Acaba su viaje el trabajador de Vestas que fue en bici de Viveiro a Dinamarca para pedir a la empresa que no cierre

Alejandro Paleo, el trabajador de Vestas que recorrió los casi 2.800 kilómetros que separan Viveiro (Lugo) de la sede de la empresa en Dinamarca, ha terminado este viernes su viaje, en una jornada en la que entregó una carta a responsables de la compañía para pedirles que no ejecuten el cierre de la planta.

Paleo, que salió el domingo 3 de A Mariña, ha completado el trayecto finalmente en 13 jornadas, aunque la previsión era hacerlo en 15, con la intención de poder entregar la misiva a Tommy Rabeck, el máximo responsable de producción a nivel mundial de Vestas.

Según denuncia el comité, Rabeck respondió a varios correos e indicó que allí estaría este viernes a mediodía para recibir a la delegación de trabajadores de Viveiro, pero "finalmente no se presentó y dejó a alguien en su nombre", algo que vinculan con el inicio de sus vacaciones. Por ello, los representantes de los trabajadores han expresado su malestar.

En cualquier caso, Paleo ha cumplido su objetivo de entregar en mano una carta a responsables de la compañía para solicitar que den marcha atrás en la decisión de cierre de la factoría, que dejaría sin puesto de trabajo a 115 personas.

POSIBLE VENTA

Por su parte, el presidente del comité, David Mariño, ha dejado la puerta abierta a una posible venta de la factoría, aunque para ello reivindica que medie la Xunta de Galicia.

"Por nuestra parte sí que puede ser viable que aparezca un inversor o un comprador y con la mediación de la Xunta le acabe interesando a Vestas esa venta", ha señalado.

Después de la última reunión, este jueves, sin avances, Mariño advierte que "no" se van "a rendir". "Que la empresa se cierre en banda no significa que no se pueda presionar", avisa.

A su juicio, "lo que pasa es que la empresa utiliza estrategias, que es lógico, publicando que hay recolocación para todos los trabajadores sin ningún tipo de modelo contractual, hacen listados que lo pasan y que son genéricos".

"Ellos hacen la estrategia para despistar, el problema sigue estando ahí cuando se niegan a producir en A Mariña. Si Vestas cierra aquí y no me da trabajo en mi tierra, donde tengo mi casa con mi hipoteca, yo me buscaré la vida en otro lado, yo no quiero que me trasladen a Daimiel, ni a Zaragoza", advierte.

David Mariño ha señalado que los trabajadores siguen "pidiendo a la Xunta que presione a Vestas para que se replantee volver a traer un proyecto industrial a Viveiro".

Otro aspecto que no pasa por alto es la negativa de la multinacional danesa a percibir ayudas de la Xunta y del Gobierno central, y califica de "significativa" dicha postura. "Es significativo porque a cualquier empresa que le dicen que están todos los mecanismos activados y disponibles para mantener una producción de lo que sea, como mínimo le interesa algo", ha afeado.

"Vestas rechaza de pleno este tema, sigue abierto a una venta. No sabemos si forma parte también de su estrategia. Está claro que actúan de forma estratégica y no son fiables en ningún sentido. Por nuestra parte sí que puede ser viable que aparezca un inversor y con mediación de la Xunta, a Vestas le acabe interesando esa venta", ha concluido.

El expediente de regulación de empleo (ERE) extintivo que planea sobre la plantilla tiene de plazo para la negociación hasta el próximo día 28.

VELATORIO

Por otra parte, este mismo viernes también, los trabajadores protagonizarán una concentración a modo de velatorio por sus empleos, a las 20,00 horas en Viveiro.

Para ello, está previsto que acudan a la plaza mayor de Viveiro con velas que colocarán en torno a un generador para representar una vigilia.

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