Francisco Ibáñez ha sumido a sus personajes más famosos en una aventura más que actual. Mortadelo y Filemón lucharán contra el cambio climático en el nuevo cómic que se publicará este jueves.

Este volumen número 211 de Magos del Humor llega poco antes del Día Mundial Contra el Cambio Climático, que se celebrará el próximo 24 de octubre. En él, la TIA enviará a sus 'mejores agentes' a combatir este grave problema que está causando estragos en todo el mundo.

Lo cierto es que la trama no anda nada desacertada, pero este tebeo lo lleva al extremo con su característico tono cómico, y plantea cinco pronósticos que vivirá el planeta si no se pone remedio al cambio climático.

1. Papá Noel cambiará su trineo por una tabla de surf

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Atrás quedará aquel Papá Noel clásico vestido con un traje rojo muy abrigado, pues deberá pasar a las bermudas floreadas para adaptarse al clima. Y, como no podía ser de otra forma, también aparcará el trineo de renos para subirse a una tabla de surf.

2. Los curas tendrán que gritar para sustituir a los campanarios

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La iglesia también tendrá que cambiar sus costumbres, pues el clima se llevará los campanarios hasta los campos de berzas y serán los curas quienes tendrán que asomarse a la torre para imitar el tañido de las campanas y así llamar a los feligreses a misa.

3. Los burros que tiran del arado necesitarán llevar sombrilla

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Las terrazas, tan amadas hoy en día, tendrán que deshacerse de sus sombrillas para dejárselas a los burros que tiran del arado, pues a los animales les será imposible labrar el campo sin taparse del sol.

4. Los coches irán más rápido por los tornados

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Se acabó el AVE, pues la gente dejaría de usarlo inevitablemente teniendo en cuenta que los coches corren más rápido que el tren de alta velocidad. Y el motivo no es otro que los tornados, que serán los que empujen a los vehículos por el aire.

5. Donde llovía siempre, habrá sol siempre, y viceversa

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Un clásico más que real, los climas lluviosos dejarán de serlo, y lo mismo con los soleados. La sequía reinará en sitios donde hasta ahora llovía a mares, y los acostumbrados al calor y el sol tendrán que comprarse paraguas a diario.