Este martes la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha inaugurado las jornadas internacionales ‘Superilla Barcelona-La ciudad después de la covid’, un evento que pretende compartir puntos de vista acerca de cómo tienen que ser las ciudades del futuro. En ella, Colau ha defendido el proyecto 'Superilla Barcelona' y lo ha definido como “la mayor transformación y la más ambiciosa de la ciudad de Barcelona desde las olimpiadas”.

‘Superilla Barcelona’ es un proyecto que el Ayuntamiento de Barcelona anunció el año pasado y que tiene como objetivo reformar 42 cruces y calles del Eixample para convertirlas en plazas y jardines, para hacer de la capital catalana una ciudad más verde, peatonal y con menos contaminación. No obstante, por ahora solo estaría asegurada la reforma de ocho cruces y calles, que son las que están previstas para 2023, año en que finaliza este mandato de Colau.

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Un año después de la presentación de la iniciativa, el consistorio ha impulsado este evento -que finalizará el jueves-, donde expertos nacionales e internacionales compartirán sus puntos de vista. Entre los participantes estarán Raquel Rolnik, arquitecta, urbanista y relatora especial de las Naciones Unidas sobre vivienda; Kate Raworth, economista, profesora de las universidades de Oxford y Cambridge y autora de la teoría “la Economía del Donut”; Edward Glaeser, economista y profesor de la Universidad de Harvard y Mirik Milan, exalcalde de noche de Amsterdam.

Durante el acto inaugural de este martes por la tarde, Colau ha insistido en que las grandes transformaciones de las grandes ciudades tienen que responder a la realidad del siglo XXI, “donde hay enormes retos como la lucha contra las desigualdades y el cambio climático”, y que la pandemia ha puesto "ahora más que nunca" en evidencia estas necesidades.

Recuperar el espacio público

En este sentido, la alcaldesa ha apuntado la necesidad de “recuperar el espíritu de Cerdá”, quien es su plan urbanístico había diseñado un Eixample “pensado para disponer de mucho espacio público, con una perspectiva de salubridad que promoviera el bienestar de la mayoría de la gente". "Pero el Eixample que conocemos se parece poco a la que soñó Cerdà. La especulación y la movilidad privada claramente lo desvirtuaron”, ha lamentado

“El resultado -ha proseguido- es que hoy Barcelona es una de las ciudad europea con la densidad de coches más elevada, con 6.000 coches circulando por kilómetro cuadrado; el doble que en Madrid y el triple que en Londres".

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Además, la alcaldesa ha considerado que actualmente la capital catalana tiene "una distribución del espacio muy poco democrática, porque la mayoría del  está dedicado a la circulación de vehículos y al aparcamiento”, un problema que desde su gobierno municipal ya se están intentando revertir con iniciativas como las terrazas en calzada.

Así, la alcaldesa ha puntualizado que, aunque ‘Superilla Barcelona’ pretende transformar el Eixample de forma prioritaria por ser la zona más contaminada de la ciudad, en realidad tiene previsto “realizar intervenciones en todos y cada uno de los barrios de la ciudad”.

“Superilla Barcelona es una ciudad saludable, donde vivir más años y vivir mejor. Una ciudad que cuida de su ciudadanía”, ha dicho Colau, y ha concluido su discurso diciendo que, en un futuro, recordar el tráfico y la contaminación actual de las ciudades nos causará “el mismo rechazo” que ahora recordar que hace unos años se podía fumar en el transporte público, cines y hospitales.