En plena Costa da Morte, y con vista a sus imponentes acantilados, la aldea gallega de Candelago espera pacientemente un comprador que revitalice este lugar por un precio de venta de 200.000 euros.

El núcleo poblacional, que pertenece al ayuntamiento de Ponteceso (A Coruña) está compuesto por apenas una decena de casas de piedra y hórreos que desafían al paso del tiempo y al abandono entre la creciente vegetación. 

El enclave y sus vistas no dejan indiferente a nadie: se encuentra a poco más de un kilómetro del puerto de Corme y muy cerca también del Faro de O Roncudo, en cuyos acantilados se encuentran unos de los mejores percebes del mundo.

Según informa La Voz de Galicia, un grupo de personas intentó convertir esta aldea en un complejo de turismo rural, pero el proyecto cayó finalmente en saco roto. 

Elena, una de estas propietarias, ha explicado al medio gallego el motivo de la venta: "Nos tendremos que ir pronto de Galicia por motivos laborales, así que queremos venderlas. Si no fuese por eso, seguiríamos con el proyecto, porque es un sitio mágico, con unas vistas maravillosas. Nos enamoramos del lugar y queríamos montar algo allí, muy cerca del trayecto del Camiño dos Faros", ha señalado la propietaria, que añade que ya han recibido algunas ofertas, ninguna en firme.

Por ahora, indica Elena, está siendo un "tira y afloja" con los interesados en la aldea, ya que "nosotros compramos prácticamente por ese importe -200.000 euros- en su momento, así que seguiremos hablando", ha asegurado.

Según Suso Lista, divulgador cultural de la zona que conoce bien su historia, ha manifestado que esta situación de abandono de la aldea de Candelago no es nueva. "Yo recuerdo esto siempre igual. Y nunca se hizo nada hasta que se llegaba al punto de que veías todo totalmente deteriorado", ha lamentado.