¡Basta!

El president de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès (d) y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez (i).
El president de la Generalitat, Pere Aragonès (derecha) y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez (izquierda).
EUROPA PRESS
El president de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès (d) y el secretario general de Junts, Jordi Sànchez (i).

Para no ir mareando la perdiz, las cosas claras: Junts (Waterloo) no quiere ninguna mesa de negociación, ni de diálogo, ni de papiroflexia, si el Gobierno español no garantiza el retorno de los exiliados, sobre todo de los de Waterloo.

De hecho, ya no querían que Pedro Sánchez llegara a La Moncloa, y fulminaron a la velocidad de la luz a Marta Pascal por haberlo hecho posible. Desde entonces, Junts se mece en el terreno de la poesía y del realismo mágico, que es donde hay más revoluciones y más valientes por metro cuadrado. 

Cualquier persona puede ver que todo lo que sale de Waterloo es lo que ellos llaman «confrontación». La estrategia del cuanto peor, mejor. Por lo tanto, todo lo que hace ERC en favor del diálogo, en favor de encontrar una solución política y pactada a un conflicto político, es, como ya gritan en la calle y en la red, un acto de traición

Junts (Waterloo) no quiere ninguna mesa de negociación, ni de diálogo, ni de papiroflexia, si el Gobierno español no garantiza el retorno de los exiliados, sobre todo de los de Waterloo

Ninguna fuerza política ha hecho más cosas en contra de la mesa de negociación entre el Gobierno español y el catalán que debe reanudarse este miércoles que Junts. Y de tanto ir a la fuente, el cántaro se rompió. La reunión era y es entre gobiernos. Se sabe desde el primer día: entre gobiernos. 

¿Qué hace Junts? Dinamitar la mesa proponiendo a tres pesos pesados del partido que no están en el Govern y al vicepresident Puigneró. 

Hasta hace muy poco, ERC vivía acomplejada y casi siempre terminaba aceptando lo que hacían los postconvergentes. Pero esta vez, el president de la Generalitat, Pere Aragonès, en un acto de autoridad institucional se plantó ante tanta deslealtad y dijo: ¡Basta! 

Veremos lo que puede ocurrir en las próximas horas. Junts, de momento, se queda fuera de la mesa. De momento, repito. No creo que esta primera gran crisis de la legislatura haya terminado. Para nada. Con todo, esta vez, Junts ya sabe que ERC no es la misma que cuando aceptaba casi siempre lo que hacían los convergentes. 

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