La salud de Ainhoa Arteta no está pasando por un buen momento en este año 2021. Después de contraer COVID en marzo, la cantante vio su fuerza severamente mermada. Y, aunque lo superó, las secuelas agraviaron el cólico nefrítico que sufrió a finales de julio. 

En agosto, tuvo que pasar 10 días en la UCI donde llegó a temer por su vida y después varias semanas en recuperación en planta. Aunque el 25 de agosto fue dada de alta, Semana ha informado que poco después sufrió un ataque al corazón. 

Un paro cardiaco de larga duración que provocó que se gangrenarán sus extremidades. La gravedad de esta afección es tal que le han amputado varios dedos de la mano de urgencia. 

Desde entonces se recupera en su residencia de Bilbao, según la revista, que también publicó recientemente la exclusiva de que la concursante de Masterchef se separaba de su cuarto marido, Matías Urrea. 

Aunque no están confirmados que estos baches de salud sean secuelas directas de haber pasado el coronavirus, lo cierto es que la enfermedad debilitó sus defensas y ha empeorado estos reveses. En su última declaración en Instagram sobre su estancia en el hospital quiso aprovechar para agradecer la labor de todos los sanitarios que la están cuidando y tratando.