El vandalismo se ceba con el sistema público de bicicletas. La semana pasada se alcanzó el nivel más alto de bicicletas arrancadas de las bases: más de 500. Para atajar el problema estas bicis estarán vigiladas con cámaras y protegidos con candados.

Tal y como informa el área de Medio Ambiente y Movilidad, esta misma semana, y a lo largo de los próximos dos meses, se instalarán los candados en las ruedas traseras de las 2.964 bicicletas con las que cuenta el servicio. Los usuarios anclarán y desanclarán las bicis a través del código QR. De este modo, cuando inicien el trayecto, se seguirá la misma operativa habitual y podrá desanclar la bicicleta mediante su tarjeta o con la lectura del código QR desde la aplicación y el candado se abrirá de forma automática. 

Para finalizar el trayecto, el consumidor del servicio deberá anclar la bicicleta a la base y, además, cerrar el candado. Es necesario realizar ambas acciones para que la luz de la base pase a color verde, indicando que la bicicleta está correctamente anclada y el viaje finalizado y cerrado, señala el área que dirige Borja Carabante.

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Al sistema de anclaje se sumará el de vigilancia. Esto se hará a través de cámaras y nuevos trabajadores. Acorde a las fuentes municipales, la Empresa Municipal de Transportes (EMT) ya ha contratado e incorporado a 25 nuevos trabajadores para reforzar el servicio, se ha pedido la colaboración de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Y, además, trabaja para comenzar este mismo año el despliegue de cámaras en las estaciones más problemáticas del sistema.