La rapidez con la que ha proliferado el uso de patinetes eléctricos en Barcelona en los últimos años pasa factura. Los desplazamientos con este vehículo fueron los únicos que crecieron de 2019 a 2020, un 17,6%, pero la ignorancia que muchos de sus conductores tienen respecto a la normativa de circulación es tan elevada como el éxito de estos artilugios. La desconoce el 51% de los usuarios, según un estudio que ha presentado este miércoles el RACC.

El director del Área de Movilidad, Cristian Bardají, ha atribuido este dato, sobre todo, a que la normativa "no es fácil y aún está en desarrollo", mientras que el presidente del RACC, Josep Mateu, ha pedido que se exija a los conductores de patinetes una "formación obligatoria", que "no tiene por qué ser de pago".

La asociación ha reclamado, asimismo, bajar todos los carriles de bicis y patinetes a la calzada. Y es que el informe -realizado el pasado junio a partir de 600 encuestas y de la observación- muestra que el 94% de los usuarios no respeta el límite de velocidad cuando estos están sobre la acera (10 km/h) y el 97% sí lo hace cuando no lo están (25 km/h). Sin embargo, Bardají ha reconocido que la política municipal camina en este sentido, en un momento en el que hay escasos ejemplos en Barcelona de vías para estos vehículos que compartan espacio con los peatones. Las existentes en las avenidas Diagonal o Meridiana son un par de ellas. 

Otros aspectos que señala la investigación son que el 19% de los conductores de patinetes eléctricos admite circular a más velocidad de la permitida cuando no hay otros usuarios en la vía por la que se desplazan y que el 9% tiene su vehículo trucado para poder correr más.

Por otro lado, el informe refleja que entre 2020 y 2021 se incrementaron del 7% al 13% las personas multadas y que el 62% está a favor de aplicar sanciones en caso de incumplimiento de la normativa de circulación.

El 43% de los usuarios reconoce que si no hay un espacio específico para ellos circula por el destinado a los peatones aunque está prohibido y el 41% lo hace por la calzada, que tampoco está permitido.

Además, un 24% utiliza el teléfono móvil mientras conduce y un 45%, auriculares, porcentajes que eran del 34% y el 39% respectivamente el año pasado.

El informe también muestra que en los carriles para bicis y patinetes y en las zonas 30, un 29% va contra dirección y que, de entre los usuarios de patinetes de tipo B, el 42% no utiliza casco, el 17% no lleva luces y el 26% no lleva chalecos reflectantes. Sin embargo, todo ello es obligatorio para conducir esta clase de vehículos (no ocurre lo mismo con los de tipo A).

Ante todas estas infracciones, el RACC ha recomendado acciones de concienciación "para minimizar los malos hábitos de comportamiento". También ha aconsejado "establecer señalización y elementos de control de velocidad específicos para los vehículos de movilidad personal (VMP)".

El estudio analiza, asimismo, la accidentalidad de los patinetes eléctricos, y para ello hace referencia a datos del Ayuntamiento de Barcelona que señalan que en 2019 hubo 490 accidentes en los que estuvieron implicados, casi cuatro veces más que en 2018 (130). En 2020 fueron 598, un 22% más que el año anterior, y en el primer semestre de 2021 ya se contaban 334.

Los usuarios de patinetes que, según la encuesta del RACC, han sufrido algún accidente con daños personales alguna vez en su vida son el 12% y predominan los siniestros de este tipo de vehículos que involucran también a peatones.

El 57% de los conductores de estos artilugios se siente vulnerable cuando circula por Barcelona, sobre todo, frente a los vehículos a motor. Entre lo que peor valoran de la infraestructura está la prohibición de circular por la calzada y por la acera cuando no hay carril para ellos y la oferta de aparcamientos y puntos de recarga. Lo que consideran más positivo son los carriles segregados de tráfico, la continuidad de la red y la convivencia con los ciclistas.

Respecto al perfil de los usuarios de patinetes eléctricos, el estudio refleja que la mayoría cuentan con menos de un año de experiencia (56%) y que tienen una media de 33 años de edad. 

El 80% los utilizan para sus desplazamientos cotidianos y hace trayectos de  menos de cinco kilómetros. El 52% invierte en ellos entre 10 y 20 minutos. La media de viajes diarios que realiza cada conductor es de tres.

Antes de utilizar de forma cotidiana el patinete, el porcentaje más elevado de usuarios consultados se movía en transporte público (40%) e hizo el cambio, sobre todo, para ahorrar dinero. El 24% iba a pie y el 19%, en bicicleta, y se pasó a este vehículo para ganar en rapidez.

Al finalizar la presentación del informe, el RACC ha recomendado establecer un sistema de responsabilidad civil obligatorio para los patinetes e impulsar un registro para estos vehículos con el fin de minimizar los robos y facilitar la recuperación de los que son sustraídos.