A lo largo de este verano, noche tras noche, jóvenes barceloneses y turistas europeos han protagonizado aglomeraciones en botellones nocturnos repartidos por diversos puntos de la ciudad, especialmente las playas. En total, la Guardia Urbana de Barcelona ha desalojado a 271.000 personas de 2.080 puntos entre los meses de junio, julio y agosto. Además, se han impuesto 7.612 sanciones por dinámicas de incivismo o consumo de alcohol en las calles, y 3.088 denuncias más a personas que no utilizaban mascarilla o no respetaban las distancias de seguridad.

Aún y así, “no han habido incidentes especialmente graves”. Esta ha sido la valoración que ha hecho el teniente de alcaldía de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, este martes en rueda de prensa.

Batlle ha comentado que, al igual que en otras ciudades catalanas y españolas, Barcelona ha acogido múltiples botellones con las concentraciones de personas que ello conlleva, pero destaca una diferencia: “No se han producido enfrentamientos graves entre ciudadanos, ni entre ciudadanos y cuerpos de seguridad, como sí se ha visto en otros municipios”.

Asistentes a las fiestas de Sants lanzan objetos a los Mossos durante los desalojos

“En general, la gente ha hecho caso a las indicaciones de la policía cuando se ha decidido desalojar estos espacios”, ha destacado, y ha asegurado que el caso de las fiestas de Sants fue “un fenómeno muy aislado si lo comparamos con el resto del verano en la ciudad”.

Jóvenes sin alternativas legales

El perfil de las personas que han protagonizado las aglomeraciones nocturnas es el de "jóvenes con el único objetivo de pasarlo bien, no asociados a ninguna ideología”, ha detallado el intendente mayor de la Guardia Urbana de Barcelona, Pedro Vázquez, quien también ha precisado que se trata de “mujeres y hombres por igual”, y mayoritariamente ciudadanos de Barcelona y turistas europeos.

El teniente de alcaldía ha reconocido que el hecho de que el ocio nocturno continúe cerrado desde hace año y medio ha “complicado” el trabajo para los cuerpos de seguridad, y ha explicado que desde el consistorio han pedido al Procicat concretar un calendario de reapertura para los locales nocturnos.

El Govern se resiste a dar una fecha de reapertura para el ocio nocturno en Cataluña

“Necesitamos espacios de descompresión. Nos hemos entrevistado con el sector del ocio nocturno y creemos que está muy comprometido en la necesidad de mantener los estándares de seguridad sanitaria”, ha dicho; todo ello un día después de que el Govern se reuniera con las patronales y se resistiera a dar una fecha de reapertura para estos establecimientos.

De cara a las fiestas de la Mercè, que se celebrarán el último fin de semana de septiembre, la Guardia Urbana prepara un dispositivo especial que prevé la posibilidad de controlar los accesos a las zonas con escenarios para evitar grandes concentraciones de personas. Así mismo, se descarta la celebración de conciertos en grandes espacios como la avenida Maria Cristina, sitio emblemático de estas fiestas en otras ediciones.