El impuesto de Patrimonio ha sido noticia esta semana después de que la Agencia Tributaria publicara informe anual sobre los declarantes de este tributo, que son las personas físicas que acumulan un patrimonio superior a los 700.000 euros, teniendo en cuenta que los primeros 300.000 de la vivienda habitual no tributan. 

Cataluña ingresa 554 millones de euros por el impuesto de patrimonio, casi la mitad de lo recaudado en toda España

Conocido vulgarmente como el impuesto de los ricos, la estadística publicada por el organismo vinculado al Ministerio de Hacienda permite saber cuántas personas están obligadas a declararlo, si hay más o menos declarantes que otros años, qué bienes poseen, cómo han variado sus inversiones de un ejercicio a otro o si han perdido dinero. 

En la Comunidad de Madrid, donde este impuesto es uno de los más criticados por la oposición porque el Gobierno autonómico lo mantiene bonificado al 100%, la 'radiografía' de la Agencia Tributaria permite saber que ya son más de 19.00 los madrileños obligados a declarar este impuesto después de que un repunte anual (a lo largo del ejercicio 2019) de medio millar de obligados.

Lo cierto es que desde el año 2011, cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero recuperó este impuesto en medio de la recesión económica provocada por la crisis, el número de declarantes madrileños de este tributo no ha dejado de crecer, al igual que lo ha hecho su patrimonio medio. Si hace una década este se situaba ligeramente por encima de los 6,8 millones de euros, en 2019 ya estaba en los 10,1 millones.

Viviendas, vehículos, arte, acciones, deuda pública... los madrileños más acaudalados tienen un patrimonio muy diversificado. Las cifras del patrimonio total declarado son mareantes: se acercan a los 193.950 millones de euros. El grueso de las propiedades de estos contribuyentes son acciones en instituciones de inversión, bonos de deuda pública y otras obligaciones y productos del mercado de valores. En total, el capital mobiliario de los más ricos de la región asciende a 160.421 millones.

El ladrillo, y en concreto los inmuebles en las ciudades, es otro refugio muy utilizado por este sector de la población. La inversión total en vivienda se acerca a los 23.050 millones de euros, incluyéndose en este montante casi 18.800 millones en bienes de naturaleza urbana y algo más de 1.000 en fincas y otros terrenos rústicos. 

Los bienes declarados en el capítulo de seguros de vida y rentas temporales y vitalicias supera los 2.500 millones de euros y más del doble de esta cantidad, en torno a 5.623 millones, proceden de otros bienes como derechos de la propiedad intelectual e industrial, concesiones administrativas o derechos reales de uso y disfrute.

Una cantidad de dinero mucho menor es la que tienen invertida los declarantes de Patrimonio en los llamados bienes suntuarios o de lujo. En coches, joyas y pieles, la cantidad invertida asciende a 284,5 millones de euros, tras crecer en 25,4 millones del ejercicio 2018 al 2019. El porcentaje medio de inversión por declarante en este capítulo es de 88.083 euros, muy inferior al que poseen en arte y antigüedades: las propiedades que tiene están valoradas en casi 390 millones, lo que arroja una inversión media de 942.219 euros.   

Una merma de ingresos de 990 millones

Por todos estos bienes, los declarantes madrileños del impuesto de Patrimonio tendrían que haber abonado casi 990 millones de euros, según los datos de Hacienda, pero el hecho de que Madrid bonifique al 100% este impuesto desde hace años hace que no se haya ingresado por este tributo ni uno solo de esos euros. La bonificación total del impuesto no exime de la obligación de presentar la declaración, por ello se conocen exactamente el número y los bienes de los declarantes.

Ayuso eliminará los tres impuestos de la Comunidad y convertirá a Madrid en la primera autonomía sin tributos propios

La oposición madrileña (Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos) exige constantemente al Gobierno madrileño que no exima del pago de este impuesto a los madrileños más acaudalados porque podría obtener cuantiosos ingresos para sufragar gasto público. El Ejecutivo que preside Isabel Díaz Ayuso, sin embargo, se opone a aplicar cambios en este sentido porque aboga por una presión fiscal baja.

De hecho, tiene previsto rebajar medio punto del tramo autonómico del IRPF para todas las rentas y el miércoles pasado suprimió los tres impuestos propios que aún conservaba Madrid, aunque esto no le supondrá una merma importante de ingresos a las arcas públicas: los tributos que se quieren suprimir suponen apenas el 0,02% del total de recaudación por impuestos de la región.