Tenía tan solo 23 años, había conseguido el título de Sargento de Infantería de la Marina estadounidense hacía tres semanas, aunque llevaba trabajando en el ejército varios años, y había sido destinada Afganistán para controlar las evacuaciones de aquellos que huían del país, ahora en manos de los Talibán.  Nicole Gee no llegó a coger ninguno de los aviones de vuelta a su país, murió, junto a otros 12 militares de Estados Unidos en el atentado del aeropuerto de Kabul reivindicado por ISIS-K, una rama del estado Islámico.

Tan solo una semana antes de este atentado, que ha dejado, hasta el momento, 170 muertos y centenares de heridos, Gee publicada una fotografía de Kabul en su Instagram. En ella se ve a la Sargento, sosteniendo a un niño, durante las evacuaciones en el aeropuerto de la capital afgana. Como descripción, Gee solo decía: "Amo mi trabajo".

La foto, publicada el 20 de agosto, se hizo rápidamente viral y el Departamento de Defensa de EEUU la incluyó en una serie de imágenes publicadas en Twitter en las que se veía a soldados de Estados Unidos arrullando a bebés en Afganistán. "Los miembros del servicio militar de Estados Unidos consuelan a los bebés en el aeropuerto internacional Hamid Karzai en Kabul, Afganistán", decía la descripción. 

Antes de fallecer en el atentado, a Nicole Gee aún le dio tiempo a publicar una última foto desde el mismo aeropuerto de Kabul en el que finalmente perdería la vida. En ella se podía leer: "Escoltando a los evacuados al pájaro".

Ahora, ambas fotos se han convertido en un muro en el que familiares, amigos, personas de renombre y anónimas dejan sus condolencias por la muerte de esta joven de 23 años.  La sargenta Mallory Harrison, que vivió con Gee durante tres años y la consideraba una hermana, escribió. “No puedo describir la sensación que tengo cuando me obligo a volver a la realidad y me doy cuenta que nunca la volveré a ver". "Tomó su último aliento haciendo lo que amaba: ayudar a la gente", terminó Harrison.