Los Mossos d'Esquadra continúan buscando a Ezequiel Álvarez Giaccio, el padre del niño de dos años asesinado la noche del martes en un hotel de Barcelona, por su presunta relación con la muerte del menor.

La policía catalana solicitó la colaboración ciudadana para dar con el paradero de este hombre, petición que ha generado decenas de llamadas que todavía se están investigando. "La colaboración ciudadana ha sido ejemplar", aseguran fuentes de los Mossos a 20minutos.

Los Mossos controlan estaciones de tren, de autobús, aeropuertos y los alrededores de las viviendas de familiares, amigos y compañeros del sospechoso, que residía en El Vendrell (Tarragona) y que hacía pocos días que se había separado de su pareja, que se había instalado en el barrio barcelonés de Sants con su hijo de 2 años y 9 meses.

Según informa la policía catalana, el fugitivo tiene 44 años, mide 1,78 centímetros de altura, lleva el pelo rapado, la barba recortada, tiene complexión atléticas y los ojos marrones. En el momento de su huida vestía una camiseta gris, unos tejanos y unas zapatillas rojas, y no llevaba ningún tipo de bolsa o mochila. Además, añaden, se le supone con vida.

El montaje que ha trascendido en medios no pertenece a los Mossos

Fuentes de los Mossos han confirmado a 20 minutos que el montaje con los posibles nuevos aspectos del sospechoso que ha trascendido en medios atribuido a este cuerpo policial no es suyo. Supuestamente, estas fotos habrían sido repartidas entre las comisarías y patrullas involucradas en la búsqueda de Ezequiel Álvarez.

Una huida grabada, amenazas a la madre... lo que se sabe del asesinato del niño de 2 años en un hotel de Barcelona

Desde la policía catalana piden la máxima participación ciudadana y aseguran que "cualquier tipo de información es bien recibida". "Pedimos que si se tiene algún tipo de información se llame a los teléfonos habilitados", dicen.

Sobre las 22:30 horas del martes, agentes de la Guardia Urbana hallaron al pequeño en una habitación del hotel Concordia, situado en la avenida del Paralelo de Barcelona, inconsciente y con la cara amoratada, sin que los sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) que intentaron reanimarle pudieran hacer nada por salvarle la vida.

Todo apunta a que fue la propia madre la que alertó a la policía tras recibir mensajes amenazadores del padre del niño, del que estaría en proceso de separación, con un "te arrepentirás", por lo que si se confirma la incriminación del padre en los hechos se trataría de un caso de violencia vicaria, aquel en el que el hombre busca dañar a la mujer a través de los hijos.