Tras recuperar los talibanes el control de Afganistán hace poco más de una semana, Pen Farthing, un exmarine británico asentado desde hace años en el país asiático, ha estado haciendo campaña mediática para que el personal y los 200 animales de su refugio de Kabul puedan ser evacuados.

El exmarine recibió hace unos días la autorización para salir de Afganistán con los trabajadores, sin embargo, se negó a abandonar el país sin los animales de Nowzad, el refugio que él mismo había fundado en la capital afgana. En total, pretender subir a uno de los aviones de evacuación a 140 perros y 60 gatos.

No obstante, el ministro de Defensa británico, Ben Wallace, no ha confirmado que pueda viajar junto a sus animales, ya que el Reino Unido da prioridad a la evacuación de personas.

En su cuenta de Twitter el pasado miércoles Wallace aseguró que Pen "había recibido autorización para presentarse junto con el resto de su personal en el aeropuerto" y que si "en ese momento llega con sus animales buscarán un hueco en el avión".

En su esfuerzo por llegar hasta el aeropuerto, el propio Farthing se dirigió al portavoz de los talibanes este jueves en Twitter para rogarle que le permitiera llegar hasta allí.

"Llevamos aquí (el refugio) 10 horas después de que nos aseguraran que tendríamos un pasaje seguro. Realmente nos gustaría irnos ya a casa", suplicó Farthing en el mensaje, en el que dijo que su ONG regresaría a Afganistán pero que ahora su objetivo era que todos estuviesen a salvo.

Tras el revuelo causado en redes sociales, el ministro de Defensa se mostró este jueves "molesto" por las criticas y el acoso recibido por parte de ciudadanos contra el personal que se dedica a la evacuación, reiterando que nunca dijo que hubiera espacio reservado para los animales. 

Los seguidores de Nowzad anunciaron el martes que un avión alquilado de forma privada estaba listo para volar a Kabul y rescatar a los trabajadores y animales. No obstante, por el momento no se ha anunciado que este avión civil pueda aterrizar en la capital afgana, por lo que la única opción de Farthing es llegar al aeropuerto y ver que decisión toma el Gobierno británico, si le deja embarcar o no a los 200 animales.