Agrede sexualmente a una amiga aprovechando que había guardado el patinete eléctrico en su casa 

Imagen de archivo de un vehículo de la Policía Nacional.
Imagen de archivo de un vehículo de la Policía Nacional.
EUROPA PRESS
Imagen de archivo de un vehículo de la Policía Nacional.

La Policía Nacional ha detenido a un joven de Zaragoza por, presuntamente, agredir sexualmente a una amiga con la que solo unas horas antes había salido de fiesta. La joven acabó encerrada en el baño de su casa para evitar que la agresión pasara a mayores hasta la llegada de la Policía. 

Según recoge 'El Periódico de Aragón', los hechos se produjeron el fin de semana pasado. El joven fue a casa de su amiga para salir de fiesta con un grupo más amplio. Pero antes, le pidió a la chica que le guardara en su casa el patinete eléctrico con el que había ido hasta allí para no cargar con ello toda la noche, a lo que la joven aceptó. 

Poco después salieron de fiesta con el resto de amigos hasta las doce y media de la noche. A esa hora, con el cierre de la discoteca, sus amigos les ofrecieron llevarlos a casa en coche a lo que el joven se negó por tener el patinete en casa de la chica

"Comencé a forcejear con él para tratar de quitármelo de encima"

Denunciante y sospechoso llegaron al piso de la joven, en el barrio de Delicias sobre la una. Entonces, según denunció la joven ante la Policía Nacional, el chico la empujó, tirándola sobre el sofá del salón, colocándose encima de ella y besándola en la boca. "Comencé a forcejear con él para tratar de quitármelo de encima, pero él me echó a un lado la ropa interior mientras me tocaba e introdujo un poco el pene", recoge 'El Periódico de Aragón'.

La chica denuncia que también le realizó tocamientos en los senos y en las nalgas a pesar de que expresó que no quería: "Grité, le pedí que me dejara, que no quería, pero él hizo caso omiso y siguió insistiendo hasta que conseguí zafarme de él e irme al baño a encerrarme".

Acabó encerrada en el baño

Desde el baño, con la seguridad de que el otro joven no podía entrar, llamó a dos amigos para que acudieran a su domicilio y aprovechó para grabar a su presunto agresor con el móvil hablando sobre lo ocurrido, una prueba que luego presentó en su denuncia a la Policía Nacional. 

Poco después el joven fue detenido y puesto en libertad. El juez le impuso como medida cautelar una orden de alejamiento de 200 metros por entender que "existen indicios racionales de la existencia de un delito de agresión sexual y de las actuaciones practicadas se infiere una situación objetiva de riesgo con respecto a la víctima".

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