En concreto, según han certificado los servicios de mantenimiento de la red viaria, fueron sustraídos unos 1.750 metros lineales de cableado, dejando cables cortados en las arquetas de registro, lo que provocó que muchas zonas no tuvieran una buena iluminación.

Según ha explicado la institución en un comunicado, estos hechos pueden suponer un grave peligro, tanto para el tráfico como para los peatones, ya que algunas intersecciones quedan sin iluminación y puntos con cables desprotegidos en sus arquetas pueden tener tensión eléctrica.

Desde el Consell se han denunciado los hechos por si pueden ser constitutivos de un delito de desorden público y daños al patrimonio de servicios públicos. También han lamentado que estos actos vandálicos pueden poner en peligro la integridad de personas que transitan por estas vías.