Ana María Aldón no pasa por su mejor momento, pues la salud de su madre y su marido, José Ortega Cano, le quitan el sueño desde hace semanas. Así lo confesó este domingo en Viva la vida, donde se dejó ver más seria de lo habitual.

La colaboradora de televisión le explicó a Toñi Moreno que, tras la vuelta de las vacaciones, el extorero deberá someterse a una nueva revisión médica. "Apenas he dormido", avanzó.

Ortega Cano se sometió a mediados de junio a una operación de corazón y, aunque se encuentra bien de ánimo, arrastra un problema en la válvula que le pusieron. 

Según explicó la finalista de Supervivientes 2020, la posibilidad de que su marido vuelva a ser intervenido le preocupa, pues también está pendiente del estado de salud de su madre. "La vida es dura y hay otros problemas que te afectan. Cuanto más grande es la familia, más preocupaciones hay", se lamentó.

El pasado lunes, Aldón tuvo que trasladarse de urgencia a Cádiz después de que su madre sufriera una caída que le provocó una complicación por la que, ahora, ve doble por el ojo izquierdo, en el que padece una lesión interna.

La tertuliana recuerda el incidente con pesar, ya que en el centro de salud su madre tampoco recibió el trato esperado. Esto la motivó a lanzar una denuncia pública desde el plató. 

Su madre pasó varias horas en urgencias sentada en una silla de plástico sin que ningún sanitario la atendiera. Y eso no es todo, pues Aldón ha tenido que buscar un oftalmólogo privado que pueda operar a su progenitora, ya que por la vía pública únicamente le daban cita para dentro de tres meses.