La guerra abierta que mantienen Kiko Rivera e Isabel Pantoja ha terminado afectando también a terceras personas, como Isa Pantoja o Irene Rosales. La mujer del DJ ha confesado en una entrevista en Lecturas cómo ha cambiado su relación con la tonadillera, con quien se siente muy decepcionada.

Rosales, que durante su paso por GH Dúo llegó a calificar a la cantante como "mamá suegri", ha lamentado la actitud que Isabel Pantoja ha mostrado con ella después de haberla considerado como un gran apoyo.

Respecto al trato que ha tenido con su suegra, Rosales ha asegurado que "hemos tenido muy buena relación, la quiero y la he querido muchísimo", ha dicho. Rosales ha puesto un ejemplo para mostrar el nivel de confianza que tenía con la tonadillera: "Les pasaba algo a las niñas y a las primeras personas que yo llamaba eran a mi madre y a ella. Creía que esa relación iba a seguir".

Sin embargo, todo cambió a partir del 2 de agosto de 2020, la fecha fatídica en que cambió la percepción de Kiko Rivera respecto a su madre al encontrar en Cantora las pertenencias de su padre, Paquirri, que supuestamente habían sido robadas.

Poco después de lo ocurrido, Irene Rosales sufrió una importante pérdida en su vida: su padre, Manuel Rosales, fallecía en noviembre, meses después de la marcha de su madre, Mayte Vázquez. En su opinión, Rosales ha considerado injusto el comportamiento que ha tenido la tonadillera en "el peor momento de mi vida", ya que aprovechó para hablar mal de ella a sus espaldas.

Respecto al motivo de esos ataques, Rosales responde que "ella se habrá sentido defraudada, no querrá saber de mí".

Su decepción, ahora, es máxima: "Quería ver en ella la protección de una madre (...), no quiero decir que la fuera a llamar mamá, pero necesitaba los consejos que te puede dar algún tipo de madre, o simplemente el descolgar un teléfono y que me escuchase", se ha sincerado.

Sin embargo, este tipo de detalles no llegaron por parte de Isabel Pantoja, algo que Irene Rosales ha lamentado: "Creía que eso lo iba a tener con ella", ha manifestado. 

A pesar de este gran distanciamiento en la familia que Rosales achaca a "una falta de comunicación", la mujer de Kiko Rivera no tira la toalla y ha dejado la puerta a la reconciliación con su suegra: "Tendría que hablar con ella, no voy a hacer como si las cosas fueran de repente de color rosa", ha concluido.