Más de 86.000 amas de casa, mayores de 44 años, buscan su primer empleo

  • La crisis ha provocado el crecimiento de este grupo de población activa, al perder otros miembros de la familia, sus empleos.
  • La edad y la escasa formación de estas mujeres dificultan esta búsqueda.
  • Normalmente son empleadas en trabajos de baja cualificación, muchas veces en la economía sumergida. 
  • Sólo Andalucía concentra el 40% de estas amas de casa.
  • En general, son trabajadoras "muy serias, con un absentismo cero, y que se adaptan a todo".
Las amas de casa se han visto obligadas a 'lanzarse' al mercado laboral.
Las amas de casa se han visto obligadas a 'lanzarse' al mercado laboral.
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Las amas de casa se han visto obligadas a 'lanzarse' al mercado laboral.

Las dificultades a las que han de hacer frente muchas familias españolas, a causa de la crisis , han llevado a más 86.000 amas de casa sin experiencia, mayores de 44 años, a buscar empleo en el INEM .  Un colectivo creciente, de difícil inserción y con posibilidades de ocupación en el cuidado de personas dependientes.

El paro, que en junio se redujo en 55.250 personas , continuó subiendo en el colectivo sin empleo anterior y, dentro de éste, entre los mayores de 44 años se alcanzaron las cien mil personas. De ellos, 86.125 son mujeres que responden a este perfil: amas de casa que nunca han trabajado, o lo dejaron hace años, y que se han visto lanzadas al mercado laboral por dificultades en sus hogares, consecuencia de la situación económica actual.Estas amas de casa, que representan

casi la mitad de las mujeres que demandan un primer empleo (178.574), han visto como sus maridos se quedaban en el paro, y la consiguiente imposibilidad de hacer frente a sus gastos. Son también
el grupo mayor (34,7%) entre todos los
parados sin experiencia (248.069) inscritos en el INEM.

En su mayoría, con
pocos estudios, destinadas a
empleos de baja cualificación, muchas veces en la economía sumergida, y con
responsabilidades familiares que dificultan la movilidad geográfica, lo que limita su contratación a ojos de los empresarios.

Para Francisco Aranda, presidente de la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (AGETT), es importante que se otorguen más competencias a estas empresas que ofertan trabajos por un determinado periodo de tiempo, para convertirse en agencias de empleo, y poder ofrecer más oportunidades laborales a todos los trabajadores; "sobre todo a aquellos que tienen más dificultades, como las mujeres mayores de 45 años", apunta.

Sólo Andalucía, con 34.709 paradas, concentra el 40% de estas amas de casa registradas en el INEM. A mucha distancia están Galicia (6.886), Canarias (6.883), Extremadura (6.318), Comunidad Valenciana (6.096), Castilla y León (4.945), Cataluña (4.507), Madrid (3.901), Castilla-La Mancha (3.562), País Vasco (1.892) Murcia (1.623), Asturias (1.526), Aragón (873), Cantabria (696), Melilla (454), Ceuta (410), Baleares (387), Navarra (335) y La Rioja (122).

Muy dispuestas a trabajar, pero con poca formación

Por otro lado, Begoña Guindel, directora de zona de la empresa de trabajo temporal Randstad, ha declarado que estas mujeres tienen algo "muy bueno", a la hora de buscar un trabajo; "Son gente muy seria, con un absentismo cero, dispuestas a trabajar a jornada parcial, y se adaptan a todo. A veces nos piden ese perfil, y, en muchos casos, terminan con un contrato indefinido", ha dicho.

Según datos facilitados por la AGETT, en el primer trimestre de 2009, estas entidades realizaron 81.802 contratos a mujeres, de ellos 10.808 (13,2%) a mayores de 45 años, y un 60% de ellos a tiempo completo.

Son gente muy seria, con un absentismo cero, dispuestas a trabajar a jornada parcial, y se adaptan a todo
La crisis, destaca el servicio de estudios de AGETT, ha provocado un aumento del paro, pero también
el crecimiento de este grupo de población activa, en lo que denominan el
"efecto del trabajador añadido", originado por el desempleo o la incertidumbre en otros miembros de la familia.

Sin embargo, la edad y la escasa formación continúan siendo dos importantes barreras que se lo ponen muy difícil a este colectivo. Para la directiva de Randstad "es complicado poderlas colocar, y en el cien por cien de los casos son empleos de baja cualificación".

Para Beatriz Peláez, orientadora laboral en la asociación Arrabal de Málaga, la clave está en aprovechar su experiencia en tareas a las que se han dedicado, como cuidar a otras personas, y formarse. "Tienen que reciclarse", explica. Su formación es obsoleta, no conocen las nuevas tecnologías, adquirir nuevas competencias y habilidades les supone un esfuerzo psicológico, y deben vencer la reticencia a hacer cursos que no les reportan ingresos.

Muy constantes a la hora de buscar trabajo, según un estudio de 'Randstad'

Lo llamativo, según un estudio de Randstad, es que son "muy constantes" a la hora de buscar trabajo. También, que más de la mitad piensan en mejorar su formación para afrontar la crisis.

Cuando se enfrentan a la búsqueda de empleo sin conseguirlo, "pueden sentir falta de autoestima, fracaso, responsabilidad por la situación, incluso depresión",  indica Beatriz Peláez; además son escépticas ante la utilidad de la orientación laboral.

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