La línea 7B de Metro de Madrid, también conocida como Metroeste, ha vuelto a cerrar este verano por séptima vez desde que se inauguró, en 2007. El motivo es que, de nuevo, se debe intervenir en las filtraciones de agua que comprometen desde hace años la estabilidad de la plataforma en esta parte del trazado.

Esta línea se inauguró días antes de las elecciones autonómicas de 2007, donde Esperanza Aguirre obtuvo la victoria, y que "casi inmediatamente" ya presentó "los primeros síntomas".

Entre 2003 y 2007, Metro ejecutó su segundo gran plan de ampliación, con 80 kilómetros y 90 nuevas estaciones. La Línea 7 salió de Madrid para conectar con los municipios de Coslada y San Fernando de Henares. En un principio, el proyecto consistía en un tramo casi recto entre las estaciones de San Fernando y Jarama. Sin embargo, acabó por modificarse y se trazó una curva para incluir dos estaciones más: Hospital de Henares, para dar servicio al Hospital, entonces en construcción, y Henares.

Desde la inauguración de la línea 7B en 2007, se registraron 595 incidencias solo por avería de tren. Habría que sumar otras 144 por avería de instalaciones fijas y 547 incidencias de la explotación.

En consecuencia, se realizaron trabajos de reformas en 2008, 2010, 2012, 2013, 2014 y 2015 por importes entre 7 y 10 millones de euros. Además, tuvo que cerrar incluso ese tramo de la línea entre noviembre de 2015 y diciembre de 2016, con una inversión de 6 millones de euros.

¿Dónde está el problema?

El subsuelo de San Fernando está surcado por arroyos subterráneos que forman parte de la red fluvial del Jarama. Esto provoca que el terreno tenga una composición geológica irregular debido a la alta presencia de sales y yesos, ambos compuestos sensibles frente al agua.

El problema, resumido, es que tras la construcción de la línea está infiltrando agua del río Jarama. La construcción de los 12 kilómetros de túnel que unen ambas estaciones ha propiciado la filtración de agua por la inestabilidad del terreno, que ha ido deteriorando la plataforma de vía y ha afectado los cimientos de más de 200 viviendas.

Bajo el túnel del metro se encontraba una capa de sal de entre tres y cuatro metros de espesor. Como consecuencia de las filtraciones de agua, la sal se está descomponiendo y provoca hundimientos en la superficie.

Qué dice la Comunidad de Madrid

Pese al escepticismo del alcalde de San Fernando de Henares, Javier Corpa, ante las obras de renovación, en un reciente encuentro con el consejero de Transportes e Infraestructuras, David Pérez, ambos se comprometieron a una colaboración institucional.

Según la Comunidad de Madrid, la zona donde se han producido mayores daños se encuentra una concentración de halitas (cloruro sódico) cerca del pozo de bombeo, este es el punto más bajo de la línea y desde ahí se bombea el agua hacia fuera.

Lo que no se aclara es si el problema fue confundir la halita con el yeso o si por el contrario fue no investigar por debajo del túnel, apuntas varios ingenieros de caminos.

Por el momento, las viviendas afectadas tendrán que esperar aunque se realizará en ellas una "actuación integral -tanto en los cimientos como en los interiores-", según han detallado a este periódico desde la Consejería de Transporte, pero de momento no hay fecha de cuándo se pondrá fin a este sufrimiento diario que viven estos residentes.

Las obras de este verano en la línea 7

¿Fecha? Del 12 de julio al 24 de septiembre, ambos incluidos.

¿Tramo afectado? Entre las estaciones de La Rambla y Hospital del Henares.

¿Para qué se acometen los trabajos? El objetivo es reparar la plataforma de vía entre las estaciones de Henares y Jarama, deteriorada por filtraciones de agua. También se quiere implantar una diagonal entre las estaciones de San Fernando y La Rambla que servirá para mejorar el servicio, ya que permitirá realizar diferentes maniobras desde este tramo cuando las necesidades del servicio así lo requieran.

 ¿Inversión? La Comunidad de Madrid tiene previsto invertir más de 2 millones de euros en la reparación de los inmuebles y el pozo.