Charlène de Mónaco, obligada a continuar en Sudáfrica mientras peligra su matrimonio

Alberto y Charlène de Mónaco, en septiembre de 2020.
Alberto y Charlène de Mónaco, en septiembre de 2020.
Niviere David/Abarcapress.com/GTRES
Alberto y Charlène de Mónaco, en septiembre de 2020.

Ya hay quien piensa que el retiro de Charlène de Mónaco en Sudáfrica es definitivo, que cuando viajó sola en marzo pasado para llorar la muerte del rey de los zulúes lo estaba barruntando y que, cuando ha pisado de nuevo el país africano para protestar contra la caza furtiva de rinocerontes, lo ha terminado de decidir. Sí, es cierto que actualmente ha de quedarse casi obligada por su más reciente intervención, pero no lo hace de mala gana (a excepción de sus hijos).

Ellos, los mellizos Jacques y Gabriella, están en el Principado junto a su padre, Alberto de Mónaco, con quien han pasado el Día de San Juan. Mientras, su madre se recupera de la infección ORL (otorrinolaringóloga) que contrajo el pasado mes de mayo en su viaje a su continente natal (nació hace 43 años en la actual Zimbabue) y que se agravó, pues afecta a las vías respiratorias y los oídos, en las últimas semanas.

A través de un comunicado que ha realizado desde su fundación, la exnadadora ha explicado que fue sometida a diversos y "complicados" procedimientos médicos, pasando incluso por el quirófano el pasado miércoles. Ha añadido que ha sido su equipo quien le ha recomendado no abandonar Sudáfrica mientras se recupera.

Esto hace que ella y Alberto no vayan a poder pasar juntos su décimo aniversario de boda, dado que fue en 2011 cuando se dieron el "sí, quiero" en el Palacio Grimaldi ante 3.500 invitados. "Este año será el primer año en el que no estaré con mi esposo en nuestro aniversario, en julio [el primer día del mes], lo que es difícil y me entristece", ha declarado en el susodicho comunicado.

Esto no ha evitado que circulen multitud de rumores acerca de sus ausencias, aunque Charlène ha intentado restarles importancia. "Alberto y yo no teníamos ninguna otra opción que la de seguir las instrucciones del equipo médico, aunque sea tremendamente complicado. Él ha sido el apoyo más increíble que he tenido", ha matizado sobre el príncipe de 63 años.

Sin embargo, y a pesar de la visita exprés que le realizó su familia, las habladurías han hecho que hasta el propio Palacio de Mónaco, el pasado 21 de mayo, saliese a aclarar que debido a su salud, Charlène no iba a poder estar presente en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.

La princesa consorte, eso sí, no está sola en Sudáfrica. Se encuentra acompañada de su padre, Michael Wittstock, así como de uno de sus hermanos, Sean Wittstock, la mujer de este, Chantell Serfontein, y los dos hijos de la pareja, Raigen y Aiva Grace.

Según la revista alemana Bunte, una investigación que han llevado a cabo les lleva a decir que la princesa Charlène se halla en "plena crisis emocional y su vida matrimonial no se libra" de su momento vital.

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