Esta prueba se implantó en 2015, promovida por la incorporación de Castilla y León al convenio para la expedición de licencias interautonómicas de caza y de pesca en ocho comunidades autónomas (Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia, Comunidad de Madrid, Comunidad de Castilla y León, Comunidad Valenciana y Región de Murcia), sin necesidad de multiplicar trámites y licencias.

Actualmente, las comunidades autónomas convocan estas pruebas periódicamente, lo que permite el reconocimiento mutuo de los certificados emitidos entre las diferentes administraciones, señala la Junta a través de un comunicado remitido a Europa Press.

La prueba se convoca dos veces por año, coincidiendo con los inicios de las temporadas de la media veda y la temporada general de caza menor. Consiste en un test sobre los conceptos básicos y reglas cinegéticas que todos los cazadores deben conocer antes de poner en práctica su afición, tales como documentación y permisos necesarios, especies protegidas y cinegéticas o normativa y seguridad.

En esta convocatoria se han presentado un total de 133 aspirantes, de los cuales 132 han superado la prueba, explica la Junta.