Hallan en el fondo del mar dos botellas de oxígeno que Tomás Gimeno pudo usar para suicidarse por "muerte dulce"

La madre de Anna y Olivia, Beatriz Zimmerman, ha denunciado que su expareja y padre de las menores, Tomás Gimeno, le fue infiel y tuvo diversas relaciones extramaritales, una de ellas incluso cuando ella estaba en su último embarazo. Con ello, la familia quiere aclarar que ella no fue responsable de la ruptura y que su nueva relación no fue el desencadenante de los hechos.
Tomás Gimeno, padre de las niñas de Tenerife.
La madre de Anna y Olivia, Beatriz Zimmerman, ha denunciado que su expareja y padre de las menores, Tomás Gimeno, le fue infiel y tuvo diversas relaciones extramaritales, una de ellas incluso cuando ella estaba en su último embarazo. Con ello, la familia quiere aclarar que ella no fue responsable de la ruptura y que su nueva relación no fue el desencadenante de los hechos.
Tomás Gimeno, padre de las niñas de Tenerife.

Las dos botellas de oxígeno halladas en el fondo del mar por el buque oceanográfico Ángeles Alvariño, que pertenecen a Tomás Gimeno, pudieron ser utilizadas por el padre de Anna y Olivia para tener una "muerte dulce". La Guardia Civil baraja que Gimeno las pudo usar para entrar en estado de narcosis, perdiendo primero la memoria y luego el conocimiento, y evitando así una muerte violenta por ahogamiento. 

La Guardia Civil ya ha confirmado que ambas botellas pertenecen a Gimeno, dado que tienen número de serie y han encontrado la factura de su compra en su domicilio. El padre de las niñas de Tenerife también tenía un propulsor habitual de pesca submarina que no utilizó, aunque sí hizo uso del cinturón de 8 kilos de plomos con el que se lastró a las profundidades, que aún no ha sido hallado en el marco de la investigación. 

Estas botellas auxiliares se utilizan en el buceo recreativo o en la pesca submarina, y cuentan con un miniregulador o boquilla para respirar. En esta línea, la Guardia Civil sospecha que, a través de la inhalación del contenido de esas botellas, Gimeno entró en narcosis en minutos, provocando así su "muerte dulce" y eludiendo su propio sufrimiento. Con este nuevo hallazgo cobra fuerza que el padre de las niñas premeditó cada paso de aquel 27 de abril.

Este buque, que está equipado con un sonar de barrido lateral y un robot no tripulado con capacidad de operar hasta los 2.000 metros de profundidad, localizó y recuperó el cadáver de la mayor de las niñas, Olivia, el pasado 10 de junio.

Días antes de ese hallazgo fue localizada una primera bombona de buceo y unas fundas nórdicas que resultaron determinantes para afinar las labores de búsqueda. 

Las dos bombonas individuales encontradas son de menor tamaño; de aluminio, del tamaño de una botella de agua de 50 mililitros, como las que que utilizan los pilotos de las fuerzas aéreas cuando caen al mar y que tienen una boquilla. 

Hallazgo hecho días atrás

El hallazgo se produjo días atrás, aunque no había trascendido hasta este jueves, a más de 1.000 metros de profundidad en una zona alejada de la bocana del puerto de Santa Cruz, que es donde fue localizado el cadáver de Olivia, la mayor de las niñas.

El Ángeles Alvariño, buque cedido para la investigación por el Instituto Español de Oceanografía, centró su búsqueda en las últimas jornadas en un punto más alejado de la costa, entre Añaza y Radazul.

La elección de las zonas está supeditada a la geolocalización del móvil de Tomás Gimeno en la madrugada del 27 al 28 de abril.

El buque sigue en puerto

El buque oceanográfico, que este miércoles no salió al mar por problemas climatológicos, permanece en estos momentos atracado en el dique del Este del puerto de Santa Cruz por un problema en una hélice que se intenta reparar, detallan las fuentes consultadas por Efe.

Se trata de un avance en la investigación tras recuperar el pasado 10 de junio el cuerpo de Olivia Gimeno, de seis años. El dispositivo de búsqueda se activó después de que el pasado 27 de abril la madre de las niñas Olivia y Anna, de seis y un año, alertara a la Guardia Civil de que su expareja, Tomás Gimeno, no le había devuelto las menores.

El pasado 10 de junio el buque oceanográfico localizó en el fondo marino dos bolsas de deporte, una de ellas rota y vacía y la otra conteniendo el cuerpo sin vida de Olivia.

Días antes, el 7 de junio, el robot marino del buque había recuperado una botella de oxígeno y una manta en la zona donde se buscaba a las niñas desaparecidas.

No perder la esperanza

En las últimas horas, el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, había pedido no perder la esperanza de que se encontraran más indicios o pruebas que señalen "algo más" respecto a Anna y Tomás Gimeno, indicando que había que esperar al trabajo que está realizando el buque oceanográfico.

Sobre las posibilidades de encontrar los restos, el delegado incidió en que no se puede hablar de probabilidades. "Era ya difícil encontrar indicios y se encontró a Olivia, algo que era inédito. Será extraordinario si se encuentra algo más", comentó Pestana.

El delegado señaló que el buque oceanográfico seguirá buscando a Anna y Tomás hasta que el Ministerio de Ciencia e Innovación decida que deben finalizar los rastreos para que el barco pueda sumarse a las labores propias del Instituto Español de Oceanografía (IEO).

Sustituir al Ángeles Alvariño

Por otro lado, informó que la Guardia Civil está estudiando otros medios que puedan sustituir al Ángeles Alvariño y las propuestas que hay en el mercado y los recursos públicos disponibles. 

Se pretende que sea un submarino que sea capaz de rastrear profundidades que oscilan entre los 1.000 y 1.500 metros, además en una zona que no es fácil para cualquier instrumento de los que hay en el mercado y estén disponibles, apuntó Pestana.

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