La Unidad Contra Redes de Inmigración y Falsedades documentales (UCRIF) de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras, dependiente de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia, tuvo conocimiento sobre un flujo constante de empadronamientos de extranjeros en la localidad.

Al tratarse de una localidad costera, este flujo podría ser algo normal, pero en este caso el elevado número de las altas y bajas en un mismo domicilio puso en alerta a los investigadores.

Tras las comprobaciones se constató una elevada diversidad de nacionalidades de personas que habían estado empadronadas en una única vivienda: de Marruecos, India e incluso españoles. Todos han estado empadronados en el domicilio investigado por periodos siempre inferiores a tres años.

Las pesquisas policiales consiguieron averiguar que en ningún caso estas personas habían llegado a vivir en la vivienda. De hecho, la mayoría habían estado empadronados para realizar algún trámite, ya fuese solicitar tarjeta sanitaria o la escolarización de menores.

UNA SUPUESTA AYUDA DE ENTRE 300 Y 400 EUROS

La detenida ofrecía "ayuda" para realizar todos los tramites. Se encargaba de solicitar cita en el ayuntamiento y preparaba toda la documentación necesaria, a falta de que los extranjeros presentasen su documentación personal y le abonasen cantidades que oscilaban entre los 300 y 400 euros, siempre en mano y en efectivo.

Si las personas empadronadas precisaban recibir en el domicilio alguna documentación, la detenida les cobraba un "plus" de 50 euros por hacerles entrega de las cartas recibidas.

La investigación llevada a cabo por la UCRIF de la Jefatura Superior de Policía de la Región de Murcia continua abierta para intentar acabar con este tipo de actividades fraudulentas y el consecuente menoscabo que ocasionan.