Entrevista | Maialen (Chica Sobresalto): "La música no se tendría que usar para competir"

  • Maialen Gurbindo luce orgullosa la etiqueta de 'triunfita': ahora vive de la música y presenta su nuevo disco, 'Sinapsis'.
  • Una semana después de su lanzamiento, el 14 de mayo, el álbum ya lideraba las listas de ventas en España.
La cantante Maialen posa durante un encuentro con '20minutos'.
La cantante Maialen posa durante un encuentro con '20minutos'.
JORGE PARÍS
La cantante Maialen posa durante un encuentro con '20minutos'.

Dopamina, Melatonina u Oxitocina son algunas de las canciones que conforman Sinapsis (Dromedario Records), el nuevo disco de Chica Sobresalto, alter ego de la exconcursante de OT 2020 Maialen Gurbindo

La pamplonesa aúna en esta propuesta dos conceptos: la ciencia y el alma. Y lo hace ofreciendo un recorrido por su sistema nervioso: ocho neurotransmisores en forma de canciones sirven para revisitar todas aquellas experiencias en las que supo advertir lo bello y lo feo de la vida; el placer y el dolor; la alegría y la pena. Nos lo cuenta ella misma con una sonrisa casi indeleble. Tiene la mirada serena de quien sabe que lo está haciendo bien. Nos ofrece pasteles: acaba de cumplir 27 años.

La cantante Maialen Gurbindo, más conocida como Chica Sobresalto.

MAIALEN GURBINDO

  • Pamplona, 1995. Cantante.
Maialen Gurbindo abandonó el grado de Psicología para dedicarse a la música. Compone desde los 15 años. En 2017 publicó el álbum 'Sobresalto' y, en 2020, saltó a la fama gracias al 'talent' musical 'Operación triunfo' (RTVE), donde ya hablaba de 'Sinapsis'. Una semana después de su lanzamiento, el 14 de mayo, el disco ya lideraba las listas de ventas en España.

La fecha del lanzamiento del disco coincide con el día de su cumpleaños. ¿Casualidad? ¡Qué va! Quería hacerme un autorregalo. De hecho, íbamos a sacar el álbum antes, pero a mí me hacía ilusión retrasarlo. El año pasado, por estas fechas, estábamos haciendo cuarentena en un hotel para volver a entrar a Operación Triunfo. A las doce estaba sola y sin saber qué iba a pasar, así que me prometí que este año iba a ser distinto.

Comenzó a componer Sinapsis en 2017. ¿El resultado corresponde con la idea inicial? No, todo ha ido evolucionando. He mantenido todas las canciones menos una, Vasopresina, porque rompía el concepto del disco. Me fastidió quitarla, pero tenía Selección natural a flor de piel. En la producción han ido ocurriendo cosas. Me apetecía darle más importancia al mensaje en sí y esta vez hemos afinado un poco el tiro. Creo que el álbum es elegante y no pierde la esencia. Al final, todo esto ha salido de mí, lo he hecho como he querido. 

Dice que el disco surge, en parte, de un amor de la adolescencia... Sí. Un día le dije a un chico que le quería y él me contestó: 'El amor son sustancias que ocurren en el cerebro y no sé si me voy a enamorar, porque esto no lo controlo'. Yo pensé: '¿Pero qué dices? ¿Qué me estás contando?'. Rechazaba lo que él me decía, pero era verdad. Me ha costado entender que el proceso químico no hace menos poético el amor. Al revés: puede resultar incluso más bonito. Que alguien te toque el brazo provoca en tu cerebro una serie de conexiones que hacen que te sientas bien. Con este disco me he puesto a prueba, me he reconciliado con la parte pragmática y la he unido a la sentimental. Eso me ha gustado, porque ha sido como un juego para mí. Al final, siempre hago lo que me da la gana [se ríe].

La cantante Maialen Gurbindo, más conocida como Chica Sobresalto, posa en un encuentro con '20minutos'.
Maialen Gurbindo, conocida como Chica Sobresalto, posa en un encuentro con '20minutos'.
JORGE PARÍS

Insiste en que siempre hace lo que quiere. ¿Es que antes no era así? Bueno, sigo teniendo el problema de que me cuesta mucho decir 'no'. Y, a veces, no distingo entre lo que es bueno para el proyecto y lo que es malo para mí. Todo lo artístico sigue siendo mi decisión y hay veces en las que patino... pero intento hacer siempre la música que quiero. A veces me dicen que mi forma de hablar no casa con mis directos. En el escenario te grito y en mis canciones te hablo de follar. A algunos les parece raro, pero lo voy a seguir haciendo, porque el esquema que ellos tienen en la cabeza sobre cómo tienen que ser las cosas no es como el mío.

Al contrario que muchos de sus compañeros de OT 2020, usted trabaja con una discográfica independiente. ¿Cree que esto le brinda un mayor margen de decisión? Es que hay muchas cosas que no me merecen la pena si no es para poder hacer lo que yo quiero. Y también es verdad que nadie se ha peleado por mí. Yo conocía a mi equipo de antes, y es genial, somos una familia. Ni las multis me han querido a mí ni yo a ellas. Seguramente no trabajaríamos bien.

Las canciones del disco tienen nombres de neurotransmisores. ¿Con cuál se queda? Mi favorita es la oxitocina porque es la que da nombre a la canción que hace que todo este proyecto se desate. Esa biomolécula ha marcado un antes y un después en mi vida a la hora de comunicarme y de entender la sexualidad. 

¿Y cuál le gustaría poder regular? La falta de serotonina es lo que provoca la depresión, así que esa me gustaría controlarla mucho, mucho... [se ríe].

En la presentación del disco menciona que ha padecido episodios de agorafobia. Y también nombra los ataques de pánico y depresión. ¿Hablamos lo suficiente de salud mental? Creo que deberíamos hablar más. Por ejemplo, esto lo vemos en las pocas plazas que hay para el PIR [Psicólogo Interno Residente], y la terapia es supernecesaria. Cuando tuve la primera crisis, no sabía qué me pasaba. Habría sido mucho más fácil para mí que me hubieran explicado de qué va esto y que no pasa nada, que solo es un arco que se tensa hasta que dispara. Y fin. 

¿Cuándo supo lo que le ocurría? Un día me monté en el autobús y no me di cuenta del nivel de estrés que tenía hasta que exploté. Tuve una crisis de pánico, le dije al conductor que parara en medio de una rotonda, bajé y eché a correr. No entendía lo que me pasa porque no había escuchado la palabra 'agorafobia' en mi vida. Cuando intenté volver a bajar a la calle, no pude. Me encerré en casa y, a raíz de eso, se me jodió el sistema nervioso. En aquella época me ponía enferma todo el rato, pesaba muy poco, tenía anemia y gastritis crónica. Mucha gente de mi entorno no me entendió. Ellos pensaban que no quería salir de casa porque no me apetecía y que estaba haciendo cosas raras. Luego me dijeron qué me estaba pasando. Habría sido mucho más fácil haber ido al psicólogo antes.

"Habría sido más fácil si me hubieran explicado que la ansiedad es solo es un arco que se tensa hasta que dispara"

Usted empezó el grado de Psicología y antes ha mencionado la situación del PIR. ¿Qué hay que mejorar? Creo que es muy importante que amplíen las plazas públicas. Yo fui a mi médica de cabecera, le conté lo que me pasaba y me mandó al psicólogo de la seguridad social, que me fue superbien. Todo el mundo debería tener la oportunidad de ir a terapia. En Joker, la canción de Zahara, ella canta: 'Me sigo gastando lo que gano / en volver a ser humano'. No todo el mundo puede pagar una sesión de terapia y eso tendría que cambiar.

En el disco también habla de la menstruación. ¿Sigue siendo un tabú? Justo el otro día lo hablaba con los chicos de la banda. Cuando eres pequeña, sabes lo que es la regla pero, cuando te baja, te das un susto. El otro día, una chica me contaba que su hija ve cómo se cambia la copa menstrual. Entonces, pensé: 'Claro... si yo hubiera visto esto, no me habría asustado'. En el disco menciono la regla porque a mi prima le diagnosticaron endometriosis. Yo no sabía lo que era eso y me pareció flipante. Si hay un porcentaje tan alto de mujeres que la sufren, ¿por qué nadie me ha hablado nunca de su existencia? Desgraciadamente, a muchas se lo diagnostican tarde.

Hablemos de OT. Su paso por la academia le ha permitido materializar este disco. ¿Cómo recuerda sus intentos por vivir de la música antes del concurso? Fue muy duro. Tuve que volver a casa de mis padres unos meses porque no podía pagar el alquiler. Dejé la carrera, me puse con la música… y me metí en un jardín. Me encabezoné en currar de esto, pero ya no me quedaba dinero. Hay gente que se tira así muchísimos años y no lo consigue, por eso me siento muy afortunada de haber quemado el cartucho de OT. No sé cuánto durarará esto, pero si algún día tengo que volver a limpiar, lo haré. El disco ya lo he sacado.

Dicen que OT te obliga a madurar muy rápido. ¿Eso es bueno o malo? Las dos. Allí perdí el sentido del ridículo, cogí conciencia de mi cuerpo y le permití a la gente conocerme de verdad. Una vez te tiras a la piscina solo puedes ir hacia arriba. Pero también es muy duro estar ahí sin saber lo que ocurre fuera. Intuyes cosas todo el tiempo, pero no puedes hablar. Es como… ¿una película de terror? La recuerdo como una situación heavy, pero la repetiría. La clave es entrar sabiendo dónde te metes. Cuando lo asumes, disfrutas de verdad. Yo lo hice.

"La clave es entrar a 'Operación Triunfo' sabiendo dónde te metes. Cuando lo asumes, disfrutas de verdad"

¿Cómo vivió los primeros meses de exposición? La salida de OT la intenté llevar lo mejor que pude. Muchas veces me recuerdo a mí misma por qué estoy aquí. Además, cuando quiera desaparecer del mapa, tiraré el móvil a la basura, me iré con mi perro al campo y fin. 

Maialen Gurbindo, conocida como Chica Sobresalto, posa en un encuentro con '20minutos'.
Maialen Gurbindo, conocida como Chica Sobresalto, posa en un encuentro con '20minutos'.
JORGE PARÍS

Parece que lo tiene muy claro. Es que, cuando tú apagas el móvil, Twitter se va y la gente sigue haciendo su vida. No eres tan importante para nadie, solo para la peña que va a tus bolos y compra tus discos. La gente que te insulta en las redes sociales al día siguiente no se acuerda de ti.

¿El adjetivo 'triunfita' le resulta despectivo? A mí me encanta. No quiero que me quiten nunca esa etiqueta porque me ha costado mucho llegar hasta aquí.

¿Le gustaría participar en Eurovisión? A mí no me gustaría ir por el simple hecho de que no se tendría que utilizar la música para competir, me parece absurdo. Ya he ido a Operación Triunfo, así que ya está bien. De hecho, cuando veo los rankings musicales, pienso: ‘Por favor, ¿podéis parar?’.

¿Una colaboración soñada? Ya he trabajado con Zahara y con Veintiuno, así que ahora me gustaría poder colaborar con Love of Lesbian. No creo que ocurra... pero podré vivir con ello [ríe]. ¡Es que son mi grupo favorito! El cerebro de Santi Balmes me parece increíble, una cosa extraterrestre.

Después de todo lo vivido, ¿qué sería de Maialen sin Chica sobresalto? La verdad es que no lo sé. Al final, Chica Sobresalto es la que se sube al escenario, pero Maialen tiene miedo, se siente pequeña y cree que no merece el tiempo de nadie. Maialen no llega tarde a ningún sitio porque teme a faltar el respeto a los demás... A Chica Sobresalto me la inventé porque Maialen no era capaz de hacer un directo, y por eso creo que ponerme el traje de superheroína en los conciertos me ha salvado la vida. Chica Sobresalto es una 'trampica' para seguir aquí. Es un café por la mañana.

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