El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha hecho un balance "positivo" del primer año de su gobierno. Un año político que ha finalizado, en lo personal, con el anuncio de divorcio de su esposa, y que en lo público ha estado rodeado de agrias polémicas y decisiones controvertidas.

Fiel a su optimismo (y a las encuestas internas que aseguran que el primer ministro goza de una popularidad del 75%), Il Cavaliere se siente "orgulloso" de la tarea realizada desde que el pasado mes de abril de 2008 se alzara con el triunfo en las elecciones frente al candidato progresista, Walter Veltroni.

Berlusconi apuntó durante una rueda de prensa que ha invitado a cada uno de los ministros de esta legislatura (conocida como Gobierno ‘Berlusconi IV’) a "hacer cuentas" y elaborar un informe de las acciones con las que ha contribuido a un mejor gobierno del país.

Por la lista de asuntos que han suscitado indignación y oposición dentro y fuera de Italia, esos informes lucirán posiblemente en un tono claroscuro.

MISSES CANDIDATAS Y DIVORCIO

Ha sido el último escándalo asociado al primer ministro italiano. Su esposa, Veronica Lario, ha iniciado los trámites de divorcio para divorciarse de Berlusconi tras 17 años de matrimonio, después de criticar a su marido por los rumores que indicaban que Il Cavaliere habría decidido seleccionar a un grupo de candidatas a las elecciones europeas basándose únicamente en su atractivo físico.

Aunque finalmente Berlusconi ha reculado, retirando de las listas a la mayoría de "bellezas" con las que quería animar y dar color a su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), la polémica decisión aún colea, tanto en el Parlamento como en su propia casa (Berlusconi ha tenido que salir a desmentir las informaciones que le adjudicaban una relación sentimental con una joven de 17 años).

Esta fallida operación de marketing político de Berlusconi se puede interpretar como una vuelta de tuerca más de una forma de concebir la política que ya se intuía cuando al comienzo de la legislatura situó a la ex modelo Mara Carfagna, que en su momento estuvo a punto de costarle en divorcio de su mujer, al frente del Ministerio para la Igualdad de Oportunidades.

GESTIÓN DEL TERREMOTO

Tampoco ha estado muy dichoso Il Cavaliere en sus declaraciones públicas tras el terremoto que devastó la región de Los Abruzos el 6 abril y que causó la muerte a 296 personas.

Dos días después del seísmo, Berlusconi recomendó a los damnificados que se tomaran la situación como "un fin de semana de cámping" y varias semanas después, el primer ministro aconsejó a los miles de evacuados del seísmo que comprasen sus muebles en Ikea.

CASO ELUANA

La muerte de Eluana Englaro, la mujer de 38 años que llevaba más de 17 en estado vegetativo, desató el enésimo debate sobre la eutanasia en una sociedad divida y muy impregnada de valores religiosos. Englaro murió a principios de febrero mientras en el Senado se debatía un proyecto de ley para prohibir la suspensión de la nutrición que mantenía a la joven con vida.

El Gobierno de Silvio Berlusconi (con el apoyo del Vaticano y otras fuerzas conservadoras) trabajó a marchas forzadas para frenar el proceso, autorizado por el Tribunal Supremo, para dejar de alimentar e hidratar a la mujer. Berlusconi llegó a desafiar al presidente de la República, Giorgio Napolitano, que se negó a firmar un decreto urgente para que Eluana no fuera desconectada.

A marchas forzadas, aprobó un proyecto de ley hecho a medida del caso, que impedía negar la alimentación a personas en estado vegetativo.

ENFRENTAMIENTOS CON LOS UNIVERSITARIOS

Una de las batallas políticas y sociales más enconadas del primer año de Berlusconi en su vuelta al poder la protagonizaron los universitarios. El Gobierno de Berlusconi pretendía llevar a cabo una reforma de la universidad que consistía recortes en los presupuestos, bloqueo de la "proliferación" de las asignaturas e, incluso, la suspensión de los concursos públicos para los profesores.

La noticia fue recibida por los estudiantes con manifestaciones multitudinarias y huelgas. Finalmente, Berlusconi decidió congelar el proyecto de reforma y esperar vientos más propicios para volverla a desempolvar.

INMIGRACIÓN ILEGAL IGUAL A DELITO

El primer consejo de Ministros del tercer gobierno Berlusconi dio forma a la que fue la primera medida política controvertida del gobierno conservador. El recién estrenado Ejecutivo redactó un proyecto de ley para convertir la inmigración ilegal en delito.

La polémica ley recoge, entre otras cuestiones, penas de hasta cuatro años de cárcel para los 'sin papeles', pruebas de ADN que verifiquen parentescos, comprobación de los ingresos del extranjero que quiera vivir en Italia y posibilidad de confiscación de pisos alquilados a 'sin papeles'. Una controvertida ley que levantó indignación de la sociedad civil y suscitó la reacción en contra de la comunidad internacional.

PROTAGONISMO EXTRAPOLÍTICO EN LAS CUMBRES

La excéntrica personalidad de Berlusconi le ha llevado a ser protagonista en las cumbres internacionales celebradas durante el año, y no precisamente por cuestiones estrictamente políticas.

Durante la reunión del 60º aniversario de la OTAN, celebrada a principios de abril en Alemania, el primer ministro italiano se ausentó de la foto de familia, alejándose del resto de líderes políticos mientras hablaba por el teléfono móvil.

Durante la cumbre del G-20 celebrada en Londres, Silvio Berlusconi fue reprendido por la Reina Isabel II por haber proferido un grito cuando se encontraba en su cercanía.