Ha manifestado que el dinero que se va a movilizar entre la Junta, las diputaciones y los ayuntamientos es lo que costaría hacer un hospital. "Una obra para 50 años es lo que hemos decidido emplear en 6 meses de inyección económica para la región", algo que ha manifestado "es una apuesta política e institucional".

Este plan es un "acelerón económico histórico" porque "nunca ha habido tanto dinero en un solo papel en una sola firma para darle una inyección económica tan directa a las empresas y a la gente que tiene dificultades enormes para ser contratados por esas empresas".

Hoy, ha agregado García-Page, se apunta una forma de hacer política. "Hoy se apuntala el diálogo", algo que "no es habitual" en España ni lo fue -ha advertido- durante la legislatura del PP en Castilla-La Mancha. Con este plan, a juicio del presidente, se da "un espaldarazo tremendo" al modelo de hacer las cosas en Castilla-La Mancha. "La política en Castilla-La Mancha tiene denominación de origen. Aquí es muy difícil no llegar a un acuerdo", ha señalado.

También ha cargado contra los dirigentes políticos que "hoy dirán que este plan es humo" y que en su día dijeron a los alcaldes de su partido que no firmarán este plan de empleo. "Menos mal que el apoyo al primer plan de empleo por los ayuntamientos fue masivo, no hicieron caso a la dirección de la oposición", se ha alegrado.

Finalmente, ha presumido de región por ser "un oasis político, de estabilidad, de acuerdo, de normalidad y de moderación".