"El agua no puede ser una bandera política ni patrimonio de un partido o de un Gobierno, sino un elemento vertebrador basado en un amplio consenso político", ha añadido Álvarez, quien ha pedido al resto de fuerzas políticas "un Pacto Nacional del Agua adaptado al reto del cambio climático para pasar de la cultura de la escasez y el reparto a la de la gestión y la eficiencia".

El portavoz en el Legislativo ha renovado la apuesta del Grupo Parlamentario por "un sistema global de gestión hídrica, donde los trasvases forman parte de un 'mix' hídrico constituido por recursos superficiales, subterráneos, aguas residuales regeneradas y desaladoras, asignando los usos con criterios de disponibilidad, calidad, coste y garantía de suministro".

A su juicio, "también hay que incrementar la eficiencia energética, incorporar la energía solar fotovoltaica y reducir los altos costes de producción de tecnologías como la desalación".

"El Gobierno de España es responsable y último garante de la seguridad hídrica y sin embargo ha estado ausente en los problemas de agua", ha remarcado Álvarez, que considera "indudable" el déficit de la cuenca del Segura, "pero estamos cada vez más acostumbrados a que los jueces tengan que dar respuesta a problemas que los gobiernos meten debajo de una alfombra".

"Llevamos al Congreso la necesidad de revisar el Plan Hidrológico Nacional para adaptarlo al reto del cambio climático, y nos encontramos con el voto en contra del resto de partidos", ha concluido Álvarez.