Derek Chauvin, el exagente de policía acusado de matar al afroamericano George Floyd en mayo pasado en Mineápolis (Minesota, EE UU), fue declarado este martes culpable de los tres cargos a los que se enfrentaba.

Tras conocerse el veredicto, alcanzado por unanimidad, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, celebró que se haya hecho "justicia", y se declaró "aliviado" por la decisión del jurado. Posteriormente, en un discurso en la Casa Blanca, el mandatario exigió que el Congreso apruebe reformas de las prácticas policiales en el país para estar "a la altura del legado" de George Floyd. Biden describió el veredicto como "un paso gigante en la marcha hacia la justicia", pero dijo que "no es suficiente" para combatir el "racismo sistémico" en Estados Unidos. "Este puede ser un momento de cambio significativo", añadió.

Los miembros del jurado decidieron que Chauvin es culpable de asesinato involuntario en segundo grado, penado con hasta 40 años de cárcel; de asesinato en tercer grado, con una condena máxima de 25 años; y de homicidio involuntario en segundo grado, que acarrea hasta 10 años de privación de libertad.

No obstante, como no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por cada uno de los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero. La sentencia se conocerá en unas semanas, entre seis y ocho, según puntó el juez.