La obra cuenta con un total de 345 páginas y salió al mercado este pasado mes de marzo. Es la quinta novela de un autor que ha publicado también "Imágenes y palabras", "Navalsaz", "¡Socorro!" y "Quantum aita".
En declaraciones a Europa Press, Bilbao ha manifestado que su progenitor, con el que compartía nombre y que falleció en 2002, "tuvo una mili muy entretenida, de cinco años" en lo que se denominada la "quinta del 41".
Según ha explicado, su padre y protagonista de novela fue reclutado de manera obligatoria y cuanto acababa de cumplir 18 años, en el momento en el que el Bando Nacional entró en la localidad vizcaína de Barakaldo, por lo que combatió durante dos años en la Guerra Civil y posteriormente realizó prácticamente cinco años completos de servicio militar en Cádiz.
Durante la contienda tomó parte en la Batalla del Ebro y "le tocó todo lo peor", aunque, posteriormente, mientras participaba en el servicio militar, acudía a las fiestas de la alta sociedad y montó un negocio de estraperlo, según ha indicado Bilbao, que ha destacado también que su padre "contaba muchas aventuras de esa época" que él como autor ha completado con otras que se las ha atribuido a él, para "darle a la novela un aire entre novela costumbrista y un poquito policíaca".
Iñaki Bilbao ha indicado que lo ocurrido a su padre siempre le ha parecido "una novela", por lo que la materializó durante la pandemia por coronavirus, y que "prácticamente todo" lo que cuentan sus páginas "ha pasado": que Cádiz era un "hervidero de espías" y que esa provincia andaluza sufrió una "enorme represión".
LA ESCRITURA COMO HOBBY
El autor ha relatado que se dedica profesionalmente a la pintura y que la escritura es "un hobby y una vocación tardía". En ese sentido, ha dicho que escribe "por diversión" y que ha plasmado en papel "las historias que le revoloteaban", que ha "intentado ordenar, sin faltas de ortografía", según ha indicado en tono de broma.
"Lo de pintar ya es otra cosa", ha afirmado, porque "parece que existe una mayor responsabilidad después de pintar desde los once años" y con más de mil cuadros en su haber.
Preguntado por la promoción de su obra, ha afirmado que, como consecuencia de la covid-19, "no se puede hacer nada", pero que imprimir la obra es la "guinda" al trabajo realizado durante unos años "dándole vueltas a un montón de palabras".
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