Enrique Trebolle, abogado de la familia del ganadero José Luis Iranzo, pedirá responsabilidades al Estado por el operativo para detener a Norbert Feher, Igor el Ruso, su supuesto asesino, y por la falta de seguridad que se vivió en el Bajo Aragón turolense en 2017 ante los manifiestos advertimientos de la población.

Así lo ha asegurado el letrado a los medios de comunicación minutos antes de acceder a la Audiencia Provincial de Teruel, donde este martes se celebra la segunda sesión del juicio contra Igor el Ruso, en la que ha declarado el padre de Iranzo como testigo presencial de los hechos.

"En los años que me puedan quedar de carrera profesional voy a batallar por esta causa porque creo que es un caso de justicia reparar la situación de esta familia, que ha quedado completamente quebrada y dolorida", ha sentenciado el abogado.

Trebolle ha explicado que esta interpelación al Estado se puede reclamar a través de un mecanismo jurídicamente denominado responsabilidad patrimonial, que se aplica por el mal funcionamiento de los servicios públicos o, según ha considerado que sucede en este caso, por la falta de seguridad que hubo los días previos al triple crimen y durante el mismo día 14 de diciembre.

Sobre la primera jornada del juicio en la que Feher confesó los hechos, Trebolle ha reconocido estar "plenamente satisfecho" porque se está encauzando la autoría del acusado y porque, según ha considerado, el jurado "no va a tener dudas".

En la misma línea se ha mostrado Mariano Tafalla, abogado de la familia de Víctor Romero y de la viuda de Víctor Caballero, ambos guardias civiles, quien ha tildado de "muy fría y escalofriante" la declaración en la tarde del lunes de Igor el ruso.

"El sujeto contó sin ningún arrepentimiento los tres asesinatos, por lo que es un asesino confeso, y con unas causas que no tienen lógica humana y que él mismo reconoce a preguntas del fiscal", ha dicho Tafalla, quien ha precisado a renglón seguido que Feher tiene un "problema conductual, no un problema psiquiátrico".

En la sesión del juicio de este martes declararán, además del padre de Iranzo, varios agentes de la Guardia Civil como testigos y el excapitán del cuerpo en Alcañiz Horacio Requena, quien se trasladó a Jaén tras el crimen.