Inés Arrimadas rechaza la fusión de Ciudadanos con el PP que planteó Pablo Casado. El presidente popular aseguró que había ofrecido a su homóloga naranja "todo", incluso una "convergencia" de Cs con el Partido Popular. Arrimadas, en cambio, explicó nunca habló "de cargos" con Casado y le recordó que Ciudadanos "no está en venta" ni ella se "vende" por "un cargo".

"A Inés Arrimadas se le ha ofrecido todo. Todo es todo", explicó Casado en una entrevista en Antena 3, en la que también dijo que él ha sido "muy generoso" con la formación naranja durante el último año. Arrimadas, por su parte, desmintió al presidente del PP. "Nosotros nunca hemos hablado de cargos y yo no me vendo por un cargo. No entiendo por qué está diciendo esto el señor Casado", sostuvo en RNE. 

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La respuesta de Arrimadas llega después de que Casado desvelase que la oferta del PP no se quedó solo en "España Suma", sino que buscaba la fusión entre los dos partidos. Ahora acusó a Arrimadas de acercarse a Sánchez y cree que los votantes de Ciudadanos "no aprueban" este movimiento.

La presidenta de Cs sostuvo que los líderes han hablado "de muchas cosas", pero recordó que fueron los populares los que "no quisieron" confluir para las elecciones catalanas, algo que sí hicieron para los comicios en el País Vasco.

"Ciudadanos es un partido independiente"

Arrimadas esgrimió que Ciudadanos "es un partido independiente" que se define como "liberal, de centro y limpio" y que tiene "muchas diferencias con el PP". Por ejemplo, que no está dispuesto a "repartirse a los jueces" con otras formaciones políticas, defiende una regulación garantista de la eutanasia, combate "el clientelismo", quiere "luchar contra el nacionalismo, no pactar con él" y apuesta por "llegar a acuerdos entre diferentes".

A su juicio, hay líderes en el PSOE y el PP que viven en una "burbuja" porque nunca han trabajado fuera de la política y por eso "están obsesionados con los cargos" y los ofrecen como contrapartida. "Pero a mí lo que me importa son los proyectos y los ciudadanos", ha insistido, abogando por hablar menos de "carguitos" y de "pugnas de partido" y centrarse en "las cosas de comer".