En ruinas. Así fue como Toni Herrera encontró su casa tras habérsela alquilado a un vecino en el municipio de Almazora (Castellón). El inquilino había montado una impresionante macroplantación de marihuana en la vivienda, que había causado numerosos destrozos. 

La Policía Nacional acudió al chalet hace poco más de una semana, echaron la puerta abajo y hallaron una gran cantidad de ejemplares de cannabis en el interior. El propietario no se dio cuenta del problema hasta que uno de sus vecinos le advirtió de que estaba abierto. Cuando Toni acudió al lugar se encontró con que su casa ya no era la misma, pues había quedado prácticamente en ruinas. 

La cocina se encontraba cubierta de escombros, los baños inutilizados y repletos de basura y las siete habitaciones de la casa inaccesibles. “Las paredes están destrozadas, el suelo se ha hundido… sólo faltaba que le hubiesen prendido fuego”, decía observando lo poco que quedaba de su vivienda de lujo.

Desde tubos de ventilación y conexiones eléctricas hasta tierra y abono, el inquilino contaba con todo lo necesario para cultivar cannabis y venderlo. Un total de 1.500 plantas que le daban a su dueño entre 70.000 y 80.000 euros de beneficio cada mes y medio. Mientras el detenido se encuentra en prisión provisional, Toni intentará recuperar de alguna manera los 180.000 euros que le costarán los arreglos del chalet.