El futuro de la moda tiene etiqueta sostenible gracias a tejidos vegetales innovadores

Blusa de H&M fabricada con seda cítrica.
Blusa de H&M fabricada con seda cítrica.
H&M
Blusa de H&M fabricada con seda cítrica.

La industria de la moda está en plena transformación. Muchos consumidores demandan modos de producir más sostenibles y éticos, tanto con el medioambiente como con los trabajadores. Aunque las grandes multinacionales poco a poco se van adaptando a este nuevo mercado, son las marcas de autor quienes van en cabeza en esta nueva revolución. 

Los desechos es uno de los principales problemas de este sector, llegando a generar más de 92.000 toneladas de residuos textiles, según afirma la revista científica Nature. Esta industria es la segunda más contaminante del planeta, por eso muchos diseñadores ven la necesidad de innovar en nuevos tejidos naturales y reciclados para intentar generar el menor impacto posible.

Piel de manzana

Para la diseñadora Sonia Carrasco, la moda también debería tener un compromiso medioambiental y en la pasada edición del 2020 de la 080 Barcelona Fashion presentó una colección hecha exclusivamente con tejidos reciclados. 

Para los zapatos utilizó piel de manzana, creada a partir de residuos orgánicos de manzana y forro vegano procedente de recursos renovables basados en plantas. Este nuevo tipo de "cuero" vegano permite disfrutar de piezas de calidad y duraderas sin ningún tipo de maltrato animal y sin generar a penas residuos.

Malai, el cuero vegetal de coco

El malai es un material biocompuesto, de reciente desarrollo, hecho de celulosa bacteriana totalmente orgánica y sostenible que se cultiva a partir de desechos agrícolas procedentes de la industria del coco en el sur de la India. 

La palabra malai se refiere directamente a la pulpa cremosa del coco y su agua,  (un subproducto de la recolección de esta pulpa) la que sostiene a las bacterias mientras producen la celulosa, que luego a su vez se recolecta y se refina hasta que se convierte en un material flexible y duradero con un tacto comparable al cuero o al papel.

La empresa Malai, que toma el nombre de este mismo material, se especializa en productos de este nuevo cuero vegano para crear una nueva industria que no solo aproveche productos naturales, sino que también utilice los desechos (como el agua de coco) que generalmente se tiran a los ríos y acaban contaminando las aguas.

La piña, otra alternativa al cuero tradicional

Si hablamos de la piña como tejido en la moda, es necesario nombrar a Carmen Hijosa. La asturiana es la responsable de la creación de Piñatex, empresa y material derivado de los residuos de las piñas, muy ligero, fuerte y flexible.

Hijosa trabajó como consultora en la industria de artículos de cuero en Filipinas y durante su estancia, se dio cuenta de que el cuero no sólo se estaba volviendo más escaso y caro, sino que su procesamiento era altamente contaminante. A partir de este momento comenzó a buscar alternativas más respetables con el medioambiente.

En Filipinas encontró la inspiración en prendas de vestir bordadas tradicionales de estas islas, fabricadas con las fibras de las hojas de piña. Estas fibras se pueden utilizar para hacer un material no tejido de malla, similar al fieltro, convirtiéndose en el material base de Piñatex.

Para fabricar este cuero vegetal, se cortan en capas las fibras de los residuos de la piña y se procesan como si fuera un textil. A partir de aquí se puede jugar con diferentes espesores y procesarla de diferentes formas para crear distintos tipos de texturas, llegando a imitar al cuero. Para producir un metro cuadrado de tela, se necesitan las hojas de aproximadamente 16 piñas.

Vegea, la moda creada a partir de los desechos del vino

H&M es una de las pocas cadenas de fast fashion conscientes de la problemática del mundo de la moda y, aunque continúan haciendo varias colecciones por temporada, tratan de innovar en materiales reciclados para ser un poco más sostenibles.

Dentro de su colección Conscious podemos encontrar prendas hechas con tejidos que jamás habríamos imaginado, como Vegea. Este material se obtiene a partir de la piel de la uva, recogida de los desechos del vino de bodegas italianas, recibiendo por ello el premio Global Change Award por encontrar la manera de convertir los desechos de la elaboración del vino en una piel vegetal alternativa.

Además de su naturaleza no invasiva y de estar exenta de disolventes, tampoco requiere metales pesados ni otras sustancias nocivas en su elaboración. Se trata de convertir la piel, el tallo y las semillas de la uva no utilizados en una fantástica piel vegetal. Por otro lado, el nombre Vegea se ha obtenido tras combinar "veg" (vegano) con "gea" (Madre Tierra).

Corcho, el nuevo material perfecto para el calzado

En nuestras visitas a Portugal hemos podido apreciar de primera mano la gran industria textil del corcho: desde bolsos hasta carteras e, incluso, abanicos. No obstante, la nueva promesa para el corcho radica en nuestros zapatos.

Paula del Río es la mente detrás de Suela Shoes, una marca de calzado  sostenible creada en España, producida en talleres españoles de proximidad y elaborando los zapatos de forma artesanal con materiales naturales, siendo la suela de corcho su firma.

Este material es perfecto para su cometido, ya que es resistente, ligero, aislante térmico e impermeable a líquidos, además de ser 100% biodegradable natural y renovable. Su forma de recolección de alcornoques españoles y portugueses cumple con los estándares ecológicos, puesto que se obtiene sin talar ningún árbol.

Orange Fiber: la seda cítrica

Si la vida te da limones (o naranjas), no hagas limonada. Crea una fibra de lujo. Al menos esta es la opinión de la empresa italiana Orange Fiber, ganadora del Global Change Award

Esta empresa encontró una manera de crear un tejido sostenible a partir de residuos, utilizando subproductos de la industria de los zumos cítricos (de los cuales se producen más de 700.000 toneladas al año en Italia). Su funcionamiento es el siguiente: una vez exprimido todo el zumo de los cítricos, se extraen fibras de celulosa de la corteza y de la pulpa. La celulosa se transforma en un ovillo biodegradable con un tacto suave similar al de la seda.

Hace dos años H&M y Orange Fiber colaboraron para crear una colección de lujo utilizando las telas cítricas de la empresa italiana, siendo todo un éxito en cuanto a recepción y calidad.

Piel de cactus, la innovación del desierto

La piel de cactus es lo último en cuero vegano. Este material promete convertirse en un tejido que triunfe en un mundo que, cada vez más, rechaza la piel de origen animal.

Bautizado como Desserto y convertido en una empresa que extrae el tejido del cactus del nopal, en México, se trata de un material vegetal altamente sostenible como alternativa al cuero, elaborado a partir de cactus, con una gran suavidad al tacto a la vez que ofrece un gran rendimiento para una amplia variedad de aplicaciones, cumpliendo con los más rigurosos estándares de calidad y medioambientales. 

Su objetivo es ofrecer alternativas sostenibles y libres de crueldad animal, sin productos químicos tóxicos, ftalatos ni PVC. El resultado es Desserto, un material de cactus, parcialmente biodegradable, con las especificaciones técnicas requeridas por las industrias de la moda y la marroquinería, entre otros.

Para su cultivo no emplean un sistema de riego para el cactus, ya que este crece con el agua de lluvia y los minerales de la tierra que son ricos en la zona y excelentes para la variedad de cactus que allí se encuentra.

De nuevo, H&M ha empleado este material en su última colección sostenible Innovation Science Story, destacando su sandalia con la información sobre los materiales y procesos innovadores empleados en su elaboración integrado en el diseño del calzado.

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