En su escrito de calificación, el Ministerio Público señala que padre e hijo, junto a otros dos hermanos pequeños, vivían en un domicilio en A Coruña. Señala también que a partir de 2014, cuando la víctima tenía 12 años, el padre comenzó a realizarle tocamientos para, posteriormente, obligarle a mantener relaciones.

"Creando un clima de dominación" que hizo, añade, "ceder al menor y contra su voluntad" a realizar estos actos. "Dicho comportamiento lascivo y furtivas intrusiones en la indemnidad sexual del menor, se prodigaron a lo largo de los años 2014 a 2016, en el mencionado domicilio familiar, hasta que el niño cumplió los 14 años".

"A partir del año 2017 y hasta el año 2019, actuando convencido de que el menor no contaría nada de lo que hacía", explica que continuaron los hechos. Fiscalía señala que, a partir de los 14 años, el menor "comenzó a ser consciente de lo que estaba pasando" pero que "por miedo" no comentó nada "ante el comportamiento agresivo" que el acusado mantenía hacia él y su madre.

En 2019 se produjo otra agresión sexual, aunque en ese caso su hijo logró contárselo a su madre. Debido a lo sucedido, sufrió trastornos físicos y emocionales, con afectación en su interacción social y en el rendimiento escolar.

TOCAMIENTOS A MENOR

Por otra parte, la sección primera de la Audiencia de A Coruña celebrará el lunes, día 15, un juicio por abusos sexuales. La Fiscalía solicita tres años y seis meses de prisión para un acusado de tocarle las nalgas a una menor.

Los hechos, indica el Ministerio Público, se produjeron sobre las 20,30 horas del 11 de mayo de 2019 cuando la menor se encontraba en compañía de una amiga en un parque sito en el partido judicial de A Coruña.

"En un momento dado se le acercó el acusado, quien, sin que conste motivo alguno y guiado por el propósito de satisfacer sus lúbricos instintos, le tocó las nalgas".