Valentino apuesta por el clásico blanco y negro en una de las Semanas de la Moda de Milán más coloridas

Desfile de Valentino en la Semana de la Moda de Milán 2021.
Desfile de Valentino en la Semana de la Moda de Milán 2021.
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Desfile de Valentino en la Semana de la Moda de Milán 2021.

La Semana de la Moda de Milán de este año ha sido toda una explosión de color. Grandes firmas como Prada o Dolce & Gabbana se han dejado arrastrar por el optimismo y la vitalidad de la policromía y la saturación de los colores como respuesta a un 2020 que supuso un gran golpe para la industria de la moda y, sobre todo, para nuestra vida.

Sin embargo, esto no ha sido así para Valentino. La maison italiana ha optado para su colección otoño-invierno casi exclusivamente por el blanco y el negro, optado en pocas ocasiones por el dorado para romper con la monotonía.

Se trata de un gran contraste con el desfile que realizaron hace unas semanas, donde Valentino se consagraba a la luminosidad en un palacio barroco donde mostró su última colección de Alta Costura. Esta vez Pierpaolo Piccioli nos bajaba del Olimpo y nos sumergía en la oscuridad del Piccolo Teatro de Milán, cerrado al público desde el comienzo de la pandemia. De esta forma, el diseñador buscaba reivindicar la importancia de la cultura en nuestras vidas.

En este escenario, Piccioli se deshacía de la pomposidad y la fantasía para traernos de nuevo al mundo real postpandémico donde todo ha regresado a la normalidad, aunque nosotros si hayamos cambiado en el camino.

Para representar esto, Valentino ha utilizado sus icónicas tachuelas en un tamaño XXL, recordándonos al movimiento punk tan reivindicativo de los 70 y acortando drásticamente los dobladillos que daba la impresión de que las telas habían sido desgarradas. Aun así, el diseñador ha sabido imbuir esta estética con un sentimiento romántico.

El estampado damero, las plumas y las transparencias también jugaron un papel fundamental en el desfile, dando a conocer las tendencias que llevaremos en los meses más fríos de este 2021.

Las redes eran un tema recurrente: agrandadas con un patrón de rombos sobre un suéter de cachemira que se usaba como minivestido, utilizadas en la confección de delicados vestidos o representadas en los jerséis de cuello alto de segunda piel que se usan en toda la colección y están hechos con budellini, una técnica exclusiva del taller de Valentino.

Un surtido de ropa para el día a día entre capas cortas de lana cuidadosamente cortadas fue el eje de la colección, que se acompañan con las piernas al descubierto y elegantes tacones de aguja.

Sin duda, el impacto visual es lo que ha marcado esta presentación de Valentino. Esta vez su enfoque ha sido directo, personal y auténtico, menos filtrado a través de las referencias arcanas que las narrativas del moodboard a menudo transmiten de manera confusa, dejándonos una colección concisa y nítida.

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