El Ayuntamiento de Barcelona se había comprometido a realojar a la cincuentena de personas que vivía en las viviendas de La Escocesa tras declarar el edificio en ruinas. Sin embargo, aún hay cuatro familias, que se traduce en 10 personas, que están a la espera de una alternativa mientras siguen durmiendo en unas casas que "pueden caer mañana mismo", según asegura Teresa, miembro de la plataforma vecinal Ens Plantem Poblenou.

El estado de las viviendas de La Escocesa es deficiente desde hace años, pero las profundas excavaciones que se han hecho en el solar contiguo, donde se está levantando un edificio de oficinas, han hecho peligrar aún más la infraestructura de estas casas de la calle Pere IV de Barcelona.

Fue entonces cuando el Ayuntamiento, de quien son propiedad la mayoría de las viviendas, inició el procedimiento para declarar la finca en ruinas y en octubre envió una carta a los habitantes para notificarles que tenían 10 días para buscar otro lugar en el que vivir. Ante el inminente desahucio, los vecinos se pusieron en contacto con la Asamblea de Vivienda Ens Plantem Poblenou, quienes les ayudaron a reclamar al Ayuntamiento el realojo de todos los residentes en La Escocesa. 

"Realojo antes que desalojo", pedían, pues la mayoría de las familias que vivían allí son personas vulnerables, con enfermedades crónicas, discapacidades físicas y en riesgo de exclusión social. Parecía que lo habían conseguido cuando en enero se reunieron con los responsables de Vivienda del consistorio y les prometieron un realojamiento temporal hasta conseguir uno definitivo. Unos ya lo tienen, como Valerian y su familia. Otros, en cambio, aún siguen a la espera. 

Blanca Aznar

Es el caso de Fani, que explica a 20minutos que por cuestiones económicas se vio obligada a vivir en La Escocesa tras un accidente que la dejó de baja durante muchos meses y sin poder pagar un alquiler. De eso hace ya cuatro años y La Escocesa se ha convertido en su hogar, que comparte con su perra. Ahora está esperando a que la realojen porque la finca "está que se cae" y teme por su integridad física. "Hay brechas en las paredes e incluso a un vecino se le ha caído el techo encima, relata Fani. De hecho, hace dos semanas hubo una fuga de gas en la que tuvieron que intervenir los Bomberos y una de las vecinas tuvo que ser atendida por inhalación de gas.

"No sé si están esperando a que nos quedemos enterrados en el suelo", dice ante la pasividad de los Servicios Sociales. La administración pública le ofrece que busque un alquiler "por su cuenta" del que el Ayuntamiento se hará cargo "durante un tiempo", pero Fani cuenta que es un trámite muy complicado porque en todos los pisos piden una nómina "muy alta".

Valerian, en cambio, sí que fue realojado en un piso provisional hace dos semanas con su mujer y su hija. Ellos vivían en un piso de alquiler sin contrato en el barrio de La Mina hasta que les cortaron la luz. Fue entonces cuando se trasladaron hasta La Escocesa, la que ha sido su casa cerca de dos años. Aun así, su futuro es incierto porque "no le han dicho durante cuánto tiempo" van a poder quedarse allí. Ahora "esperan" que les adjudiquen un alquiler social.