Las parejas de hecho ganan terreno frente a los matrimonios, que aunque siguen siendo mayoritarios, van a la baja y la tendencia va a continuar según los expertos. En cinco años, el número de parejas inscritas en el Registro de Uniones de Hecho de Aragón (que funciona desde el año 2000) se han cuadruplicado y han pasado de 579 a 2.580.

Además, el número de uniones de hecho aumenta progresivamente año a año. En 2003 se registraron 199 parejas de este tipo, mientras que el año pasado se inscribieron 535 (casi el triple). Mientras, el matrimonio, aunque sigue siendo la opción mayoritaria, va perdiendo peso entre las elecciones de las parejas aragonesas. Hace seis años, se casaron 5.722 parejas, mientras que el año pasado fueron 4.610, casi un 20% menos, según los datos provisionales del Instituto Aragonés de Estadística.

Evitar el costoso trámite de un posible divorcio, tanto por el desembolso económico como por la duración del proceso, es una de las principales razones por las que las parejas deciden convivir sin pasar por la vicaría o casarse por el juzgado. «Cada vez la legislación es más favorable a la pluralidad de formas para convivir en familia y el matrimonio se está liberalizando», asegura el decano del Colegio de Sociólogos y Licenciados en Ciencias Políticas, Francisco Javier Rodríguez.

A pesar de que inscribirse como pareja de hecho conlleva menos papeleo, los expertos recomiendan que cualquier acuerdo en materia económica se plasme ante notario para evitar malentendidos en un futuro.

«La legislación que rige las uniones de hecho es muy corta, apenas llega a veinte artículos, y para resolver cualquier problema hay que acudir al juez», señala la abogada Mercedes Bayo.

La imposibilidad de hacer declaración conjunta, la inexistencia de la pensión de viudedad o la necesidad de que haya un testamento para que la pareja herede son otras de las características que rigen las uniones de hecho.

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