Entrevista | Megan Montaner: "Tal cual está la situación, está bien que el cine y la ficción sigan vivos en las plataformas"

  • La actriz protagoniza 'La caza. Tramuntana' (TVE) y la serie '30 monedas' (HBO), de Álex de la Iglesia.
La actriz Megan Montaner, en 'La caza. Tramuntana'.
La actriz Megan Montaner, en 'La caza. Tramuntana'.
PIPO FERNÁNDEZ
La actriz Megan Montaner, en 'La caza. Tramuntana'.

Megan Montaner está teniendo un buen año. Protagoniza La caza. Tramuntana (RTVE / Dlo Producciones), que en esta segunda temporada está ambientada en la isla de Mallorca, y también la serie 30 monedas (HBO), dirigida por Álex de la Iglesia. Y en las dos hay consenso –para bien- sobre su trabajo interpretativo. Le hace gracia que la llamen "actriz de moda" tras doce años de carrera.

¿Por qué engancha tanto La cazaCreo que siempre se apuesta por un factor sorpresa. En esta serie lo hemos conseguido: al final de cada capítulo te quedas con algo que, en realidad, no es lo que pensabas. En la primera temporada ya me pasó que amigos o familia me iban mandando mensajes mientras la veían y me decían 'pues yo creo que va a ser este', 'pues yo creo que el otro'; y luego llegaba el final del capítulo y... '¡¡no puede ser!!'. Los culpables son Agustín Martínez y su equipo, que lo han sabido hacer muy bien.

Acaba de hacer una serie para HBO, ¿se lleva mejor no depender de un dato de audiencia? La verdad es que con La caza no puedo evitar mirarlo al día siguiente de la emisión. En plataformas privadas es diferente, de hecho, todavía desconozco cómo va la gestión de ver si algo funciona o no, por qué es tendencia. Pero en esta temporada de La caza sí ha sido curioso que el dato de cada día no ha sido un gran dato y, sin embargo, en diferido está dando muchas alegrías.

La trama personal es clave ahora para su personaje, Sara. Es la trama troncal, ir escarbando y averiguar qué le ha pasado. Es la mochila que llevaba a sus espaldas: todas esas preguntas que quedaron abiertas, como la medicación o por qué tenía tantos problemas psicológicos, se están empezando a ver. Está segura de que sus recuerdos están unidos al caso que investiga. Por eso siempre he dicho que Mallorca era un gran personaje para ella y que tenía mucho que ver a la hora de desentrañar su pasado.

La serie tiene un fuerte componente femenino. ¿Se agradece? Claro que se agradece, desde luego. Ahora mismo hay muchas ficciones que están grabando, dirigiendo, escribiendo o protagonizando mujeres. Y para mí y para el resto creo que es un momento de empoderamiento. Estoy contenta y me encanta que se vea esa parte.

En muchas publicaciones le han colocado la etiqueta de "actriz de moda". ¿Qué tal el ego? Me hace mucha gracia. Nunca sabes el momento en el que te va a llegar, porque de repente se basa en que un proyecto que haces da más que hablar. Yo llevo doce años trabajando y ahora es cuando más repercusión tiene lo que hago. Velvet Colección se vio en Movistar y La caza se llevó a Amazon, pero parece que la llegada de 30 monedas a HBO ha sido un petardazo. Sobre todo, porque va de la mano de Álex de la Iglesia y eso ha generado mucha más visibilidad. No sé, todo es pasajero

¿Era fan de De la Iglesia antes de rodar con él? Sí, sí. Él es un género en sí mismo, a mí me flipaba desde hacía muchos años. Me acuerdo de que cuando iba a hacer la segunda prueba para 30 monedas estaba como un flan. No podía articular palabra al saber que él estaba por ahí y que se iba a acercar a saludar. Hacer un proyecto con alguien al que admiras tanto se convierte en un sueño hecho realidad. Una pasada.

¿No tuvo pesadillas durante el rodaje? Qué va. Las únicas que te tenido es por no llegar a hacer las cosas. ¿Sabes cuándo algo te obsesiona mucho y te vas a la cama pensando en que no lo vas a poder hacer y sueñas con ello? Pero no tanto por el código en el que hablamos, de terror, tabúes o el demonio, era más una cuestión de exigencia propia. Me ha sorprendido bastante, porque tengo muchos cercanos que sí que me han dicho 'no la puedo ver por la noche' o 'he soñado con el bebé'... Cuando lo estás haciendo tú ves la otra parte, la divertida, la realidad de las entrañas, y le quita esa magia del suspense.

¿Se ha puesto al día con las series y el cine en la pandemia? Sí, me puse las pilas sobre todo cuando estábamos en el confinamiento. Pero ahora mismo, entre unas cosas y otras, llevo un mes en el que no puedo seguir ninguna. Me voy a poner algo a las diez de la noche, que es cuando consigo que el niño esté completamente KO, y luego yo también me quedo KO. Me cuesta un poco, pero te queman las pestañas, porque no paran de salir cosas continuamente y casi estás más tiempo pensando en 'a ver qué veo'.

¿El daño a las salas es irreversible con los estrenos en plataformas? Está claro que estamos cambiado y en un momento de evolución y adaptación. Y tal cual está la situación, con el miedo que se genera a la hora de entrar en espacios cerrados, está bien que el cine y la ficción sigan vivos, aunque sea en las plataformas. Que tengan un medio de salida. No sé qué va a pasar, se podrían hacer diferentes cosas: he visto que algunas salas se están utilizando incluso ¡para jugar a videojuegos! Me parecen salidas superguays, claro que sí. Si tenemos que cambiar los códigos, los cambiamos, pero sin dejar nada atrás, tenemos que sacar partido.

Lanzó su carrera con novelas como Puente Viejo. ¿Qué le parece el boom de las turcas? Te voy a ser sincera: no las he visto. Sé que lo están petando, pero no sé la calidad que tienen, quizá son maravillosas y por eso están ahí, pero no te puedo contestar...

¿Revisa sus trabajos más antiguos? No suelo. ¿Sabes cuándo me veo? Cuando publican algún artículo con mi recorrido y hay pequeños clips de La pecera de Eva y otras series. El otro día subieron a Atresplayer varias ficciones mías y me hace mucha ilusión, porque haces un repaso por los personajes que has llevado a cabo y es bonito verlos desde la distancia. Da nostalgia.

Ha tenido un gran éxito en Italia. ¿Aprendió el idioma a marchas forzadas? A marchas forzadísimas. Me fui para allá a hacer TF-45, con Raoul Bova, y me dijeron 'no te preocupes, que te doblamos'. Pero al final te tienes que relacionar con tus compañeros y dije que no, que lo iba hacer, aunque fuera al principio fonéticamente, y esa fue la manera de meterme caña con el idioma. Sobre todo, lo que me puso las pilas fue el tener que hablar con el director.

¿Cuál es el último estropicio que se ha hecho en el cuerpo con una escena de acción? ¡Muchos! Con 30 monedas he tenido moraduras, lesiones y tirones en lugares donde jamás en mi vida los había tenido. Lo anecdótico era el día en el que no me hacía nada: me convertía en una heroína superguerrera que está todo el día peleándose con monstruos y llegaba convaleciente a casa. Lo curioso es que mientras estaba en ello no me daba ni cuenta, no lo sufría en caliente. Luego ves que no te puedes levantar de la cama...

¿No le gustaría cortar por lo sano y hacer algo más relajado? Me apetece algo fresco, ligero, una comedia que me haga respirar desde otro lugar. Han sido dos temporadas con mucha densidad, suspense y drama y llega un momento en el que te apetece que te vean en otros registros. Aunque ahora te estoy diciendo esto y a lo mejor hago otro dramón... Tengo algo por ahí en el horizonte y va más hacia la comedia, pero estamos terminando de cerrar cosas.

Su familia la ha apoyado siempre. ¿También intenta convencer al resto de que vean lo suyo? ¡Me encanta la pregunta! Yo creo que ese punto ya lo han pasado. Igual al principio era más '¡mi hija va a hacer esto!', pero ahora están en otro nivel. Cuando están con sus amigos y estos les preguntan sí les cuentan si voy a hacer algo o si estoy contenta, pero no te creas que son los típicos comeorejas...

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