La cara de terror de un reportero de 'Ya es mediodía' que ha sufrido un terremoto en Granada segundos antes del directo

  • El periodista ha intentado tranquilizar a su entrevistada que estaba aterrorizada ante los temblores. 
Paco Ballesta, reportero de 'Ya es mediodía', desde Granada.
Paco Ballesta, reportero de 'Ya es mediodía', desde Granada.
MEDIASET
Paco Ballesta, reportero de 'Ya es mediodía', desde Granada.

Fuertes movimientos sísmicos siguen azotando a la provincia de Granada, los vecinos llevan sufriendo desde hace casi una semana varios terremotos diarios que han dejado graves desperfectos en algunas viviendas. Los temblores de mayor magnitud se han producido por la noche, lo ha hecho que decenas de vecinos pasaran la noche del marte en la calle. 

El programa de Ya es mediodía ha enviado hasta la ciudad andaluza a uno de sus reporteros para valorar los destrozos que ha sufrido una familia en su casa. Cuando el magazine matutino ha dado paso a la conexión en directo, Paco Ballesta se quedado paralizado y, asustado, ha explicado que acababa de vivir en primera persona otro terremoto. 

"¿Me lo estás diciendo en serio?", ha preguntado preocupada la presentadora. Sonsoles Ónega, le ha pedido rápidamente a su compañero que se ponga ha resguardo, junto a su cámara, para evitar un mal mayor si el temblor se volviese a repetir. "¡Tremendo, han temblado los cristales, la piel de gallina, tengo las piernas temblando de la adrenalina!", ha comentado el reportero. 

El periodista ha mostrado las grietas que se han formado en la vivienda en la que estaba en ese momento, debido a los terremotos que se han producido en los últimos días. El diámetro de las grietas son de unas magnitudes considerables, tanto, que casi cabe el puño entero del reportero.

La dueña de la casa, aterrorizada, ha explicado el miedo con el que tiene que vivir cada día, las grietas y los incesantes temblores, mantienen en alerta a todos los habitantes de la provincia que no ven el fin de este fenómeno. El reportero ha cogido a su entrevistada de las manos para poder tranquilarla, ya que la mujer estaba temblando por el susto.

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