¿Qué carnes y pescados están de temporada en enero?

  • Las carnes de caza, como ciervo o jabalí, son las protagonistas del mes de enero, así como pescados como la merluza. 
El lenguado es uno de los pescado que están de temporada en enero.
El lenguado es uno de los pescado que están de temporada en enero.
Mogens Petersen / Pixabay
El lenguado es uno de los pescado que están de temporada en enero.

Al igual que ocurre con las frutas y las verduras, hay un momento del año óptimo para consumir determinada carne y pescado. En este momento, además de disfrutar de un mejor saber, contribuimos a su conservar las especies, pues se respetan sus ciclos biológicos y se evitan la sobrepesca y la caza ilegal. Comer carnes y pescado de temporada es, por tanto, más ecológico y sostenible.

Pescados y mariscos

Si queremos consumir pescado fresco y del mar, que no el de piscifactoría, es mejor hacerlo respetando las recomendaciones de Green Peace, cuyo objetivo es evitar la sobrepesca y la desaparición prematura de determinadas especies. En enero, estos son los pescados que deberíamos consumir.

Almeja fina: Bajísimas en calorías, las almejas son muy ricas en hierro, además de son ricas en calcio, magnesio, potasio y oligoelementos como yodo, sodio, selenio y zinc, que ayuda a fortalecer el sistema inmune.

Besugo: El besugo es un pescado azul, el besugo es rico en Omega 3, al ácido graso esencial que ayuda a nuestra salud cardiovascular y de nuestra piel, entre otras cosas. Además, contiene una cantidad considerable de minerales como hierro, potasio, magnesio y fósforo, necesario este último, para la salud de huesos y dientes.

Bonito rayado: También y fuente de omega 3 es el bonito rayado, un pescado que contiene además hierro y vitaminas B6, B12, A y C, indispensables para un buen funcionamiento del sistema nervioso y la salud de piel y las mucosas.

Dorada: La dorada es uno de los pescados blancos más jugosos. Con una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, es muy ligero y contiene magnesio y sodio, ideales para las dietas de los deportistas. Además, contiene las vitaminas antioxidantes A y E y la tan necesaria B12.

Lenguado: Ligero, digestivo y de sabor suave, el lenguado es uno de los pescados favoritos de los niños, aunque tampoco puede faltar en las dietas de adelgazamiento y en los platos los deportistas, pues contiene gran cantidad de proteínas de alto valor biológico.

Maragota: Aunque su sabor recuerda al del bacalao, la maragota es más baja en grasas, además de muy rica vitaminas del grupo B y en proteínas con un alto valor biológico. Eso sí, hay que tener cuidado con sus espinas, porque son muy abundantes.

Mejillón: El mejillón es una de los mariscos más saludables, pues a su altísimo contenido en hierro, que nos ayuda a prevenir la anemia, hay que sumar su escasa cantidad de grasa y alto contenido en vitamina C, vitaminas del complejo B, vitamina C, fósforo, magnesio, selenio y zinc.

Merluza: A su sabor neutro, que gusta incluso a los niños, tenemos que añadir otras grandes cualidades, como su versatilidad y su escasa cantidad de grasa. Además, contiene grandes cantidades de proteínas de algo valor biológico lo hacen ideal para toda la población, desde niños, hasta deportistas, pasando por personas que deben dietas restringidas en calorías y grasas.

Navaja: La navaja es pobre en grasas, pero de entre ellas destaca su contenido en omega 3, que ayudan a disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. También destaca por su contenido hierro, calcio, fósforo, omega 3 y yodo, elemento indispensable para el buen funcionamiento de la glándula tiroides.

Pargo: También es muy rico en Omega 3 el pargo, un pescado que destaca por su alto contenido en proteínas (25 por cada 100 gramos), lo que lo convierte en otro pescado muy recomendado para deportistas. Además, contiene gran cantidad de vitaminas A, B12 y selenio, un mineral antioxidante.

Pez limón: Aunque se le conoce como ‘el primo pobre de atún’, es igual de rico que este en nutrientes, ya que contiene tantas proteínas y omega 3 su pariente ‘adinerado’. También es fuente de otros nutrientes esenciales, como hierro, calcio, potasio, zinc, sodio y vitaminas como A, E y algunas del grupo B, como B9, B12 y B3.

Pulpo: Para encontrarle el punto de cocción exacto hay que ‘cogerte el tranquillo’, pero una vez lo consigamos, además de un plato exquisito, disfrutaremos de un pescado riquísimo en nutrientes como proteínas (contiene 30 por cada 100 gramos), hierro, calcio, potasio. Su bajo contenido en grasas y purinas lo convierte en adecuado incluso para las personas con el ácido úrico y el colesterol elevados.

Sargo: Como buen pescado azul, el sargo es muy recomendable para prevenir enfermedades cardiovasculares. También es excelente para los huesos y los músculos gracias a su contenido en fósforo y contiene antioxidantes (selenio) y vitaminas B3 y B12.

Sepia: La sepia es el aperitivo perfecto, pues a su sabroso sabor, hay que sumar su bajo contenido en calorías y alto en nutrientes como yodo, elemento necesario para el bien funcionamiento de la tiroides, vitamina E, que cuida, piel, mucosas, cabello y uñas; y en selenio.

Carne

El invierno es la mejor temporada para consumir carne, pues gran parte de ellas están de temporada, especialmente caza, pero también reses y aves. Carnes como la de pollo o la de cerdo, están presentes rodo el año. La web Todo Carne destaca las siguientes carnes como las mejores para consumir en enero.

Ciervo: La carne de ciervo tiene múltiples propiedades gracias a la calidad de sus nutrientes, que van desde una cantidad muy elevada de proteínas, poca grasa y elementos como hierro, fósforo, vitaminas del grupo B o zinc. Todo ello lo convierten en un alimento ideal para combatir la anemia y la fatiga y mantener sanos el pelo y las uñas.

Cochinillo: El cochinillo es más sano que el cerdo adulto, sobre todo porque su cantidad de agua es mayor y la de grasa es menor. También es muy rico en hierro, zinc y vitaminas del grupo B. Aun así, como carne roja que es, hay que dejarla para ocasiones especiales y comerlo con moderación.

Codorniz: Como la mayoría de las aves, la codorniz contiene una carne magra y rica en proteínas. De hecho, basta una ración de esta ave para obtener gran parte de las proteínas que necesitamos al día. También es fuente de hierro, calcio y fósforo, que ayudan a tener unos dientes y huesos fuertes.

Conejo: Menos popular que hace unos años, el conejo sigue siendo una de las carnes más recomendables. Es barata, baja en grasa y rica en proteínas y vitaminas B12, B3 y E, que ayudan al buen funcionamiento de los nervios y a mantener sana la piel.

Jabalí: Al igual que ocurre con el cochinillo, el jabalí es más sano que su pariente el cerdo de granja. Además de que tiene menos grasas y más proteínas, contiene sodio, potasio, magnesio y vitaminas B3, que contribuye al buen funcionamiento del sistema circulatorio, y B12, fundamental para los nervios. Como buena carne roja, debemos tomarla con moderación.

Liebre: Junto con el conejo, es la carne de caza con menos grasa y calorías. También es rica proteínas de alto valor biológico (22 gramos por cada 100) y en vitaminas del grupo B, calcio y fósforo. Su único ‘pero’ es que es rica en purinas, por lo que no se recomienda en personas con el ácido úrico elevado.

Perdiz: Sabrosa y versátil, la perdiz es ligera y una gran fuente de proteínas de alto valor biológico (23 gramos por cada 100). También destaca su contenido en hierro, potasio -que ayuda a eliminar líquidos-, magnesio, selenio y fósforo. Aun así, hay que tener cuidado porque contiene colesterol.

Pato: Este es el último mes para disfrutar de la carne de pato en todo su esplendor hasta octubre. Aunque después de las fiestas navideñas no viene mal esperar unos meses para poder volver a disfrutar de esta exquisita pero muy grasa carne, que además nos aporta vitaminas B5 y B12, zinc y selenio, minerales que favorecen el funcionamiento del metabolismo celular y el sistema inmune. 

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