A las 08.30 horas, el 1-1-2 recibió una alerta en la que se informaba que una mujer se encontraba con contracciones de parto y había roto aguas en su domicilio. Ante esa situación, el enfermero coordinador del SUC, presente en la sala operativa, valoró la situación de la gestante y estableció la movilización de una ambulancia de soporte vital avanzado y otra de soporte vital básico hasta la vivienda.
El primer recurso en llegar a la casa fue la ambulancia de soporte vital básico, cuyo personal inició la atención al proceso del parto, siguiendo las indicaciones del enfermero coordinador del SUC. Pocos minutos después llegó al domicilio la ambulancia de soporte vital avanzado, cuyos efectivos, un médico, un enfermo y un técnico de emergencias sanitarias, ayudaron a la madre a finalizar la expulsión del bebé y procedieron a cortar el cordón umbilical en compañía del padre del recién nacido.
Tras finalizar el parto sin complicaciones, madre y niño fueron trasladados en buen estado en la ambulancia de soporte vital avanzado al Hospital Universitario Materno Infantil de Gran Canaria, donde la madre y el bebé quedaron ingresados.
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