La concertada se echa de nuevo a la calle para tratar de frenar la ley Celaá

  • Ha habido marchas en Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Toledo, Castellón, Badajoz, Logroño, Tarragona, Pontevedra o Zamora.
Protesta en Sevilla contra la Ley Celaá.
Protesta en Sevilla contra la Ley Celaá.
EFE
Protesta en Sevilla contra la Ley Celaá.

En coche, haciendo sonar el claxon y con innumerables motivos naranjas y banderas de España. Las familias y los docentes de la educación concertada y la especial volvieron este domingo a echarse a las calles de las principales ciudades del país bajo el lema 'Stop Ley Celaá' para protestar contra la reforma educativa.

La sexta gran protesta a nivel nacional contra el Proyecto de Ley Orgánica de modificación de la LOE –conocida como Lomloe, por sus siglas, o más popularmente por el nombre de Ley Celaá, por la ministra socialista de Educación– previsiblemente será la última, porque el Gobierno central espera que la ley obtenga este martes el visto bueno del Senado.

La manifestación más numerosa fue la de Madrid. Como ya sucedió en otras protestas celebradas en noviembre, al llamamiento de la Plataforma Más Plurales, Más Libres, Más Iguales –organizadora de la protesta–, respondieron miles de coches que recorrieron en caravana la Castellana y el paseo de Recoletos entre Cuzco y Cibeles durante alrededor de dos horas, entre las 11.00 y las 13.00.

La plataforma convocante volvió a censurar que la reforma educativa, la octava desde que se reinstauró la democracia en España, se ha materializado por "imposición" y sin contar con la sociedad civil. El texto, apuntaron, supone un ataque a la libertad de elección de centro educativo, daña a la concertada y a los centros de educación especial y también al castellano y por ello, pese a su aprobación, continuarán diciendo ‘no’ al texto hasta que cambie nuevamente tras un "verdadero" pacto. 

"La concertada, la religión, la diferenciada, la educación especial, no son problemas reales del sistema educativo, pero esta ley quiere su desaparición", aseveró el manifiesto que se leyó tras la manifestación. 

A la protesta de la capital asistieron, una vez más, líderes políticos del PP –el presidente nacional, Pablo Casado, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, o el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, entre otros–; de Cs –como la alcaldesa Begoña Villacís– y de Vox, como el diputado nacional y concejal en el Ayuntamiento de la capital Javier Ortega-Smith.

Las comunidades autónomas en las que gobierna el PP harán algo más que oponerse en las Cortes Generales y tratarán de neutralizar en sus territorios la aplicación de la ley. Es algo que ya ha sucedido en la Comunidad de Madrid, que la semana pasada amplió la duración de los conciertos educativos y también retraso la escolarización con el mismo objetivo.

Casi a la misma hora que la protesta, y también en Madrid, Isabel Celaá participó en una jornada de debate con dos de sus antecesores socialistas en la cartera de Educación, José María Maravall y Ángel Gabilondo, jefe de la oposición en la Asamblea de Madrid. La ministra fue muy crítica con la censura de la derecha al proyecto que ha abanderado.

"La derecha que tenemos en el Senado y en el Congreso no habla de Educación. Nos habría encantado poder hablar de Educación con ellos, pero se limitan a decir si concertada sí, o no, si la religión más o menos, y esta vez han añadido dos puntos nuevos, la educación especial [...] y la lengua", afeó la ministra.

Celaá llegó a decir que a los partidos que critican la Lomloe "ni les importa la concertada ni les importa la lengua". "Todo lo encintan en la libertad, prostituyendo el verdadero sentido de la palabra, prostituyéndolo porque la libertad no es una palabra, es un ejercicio que para ser real ha de ser efectivo", esgrimió.

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