La duquesa de Franco vuelve a la vida pública por el aparente "cese temporal" de su relación con el australiano Tim McKeague, 32 años menor que ella. Después de que se anunciase hace unos días a manos de la justicia la devolución al Estado del Pazo de Meirás a la familia Franco, parece que su nieta no da para más disgustos.

El juzgado ordena a los Franco devolver el Pazo de Meirás al Estado el 10 de diciembre

A sus 69 años, Martínez-Bordiú disfrutaba una vida alejada de las cámaras y la vida pública en la ciudad portuguesa de Nazaré. 

Ahí compartía su vida con McKeague, quien disfrutaba de las playas del país vecino gracias a una de sus grandes aficiones, el surf. Mientras ella dedicaba largas jornadas de playa y viajando a Burdeos a visitar de vez en cuando a su hija Cynthia. 

La pareja, que ya llevaban una relación de cuatro años, vivían una vida tranquila. El motivo de esta decisión parece estar en las ganas de Timothy a volver a su país para reencontrarse con los suyos tras muchos meses sin poder viajar por culpa de la pandemia. Según afirma Vanitatis, la ruptura habría sido amistosa y sin terceras personas involucradas.

Lo que hará que, seguramente, Martínez-Bordiú regrese a España en estas fechas tan señaladas, cosa que en estos últimos años tan solo lo ha hecho para visitar a Luis Alfonso, Margarita Vargas y sus cuatro hijos.

Su relación comenzó en 2016 cuando cuando en un crucero por la Costa Azul den donde él ejercía como coach emocional y profesor de yoga del propietario del barco. Compartieron paseos, clases y, al final del verano, decidieron vivir juntos. “A Tim lo encontré en un momento en el que yo, anímicamente, no estaba muy bien. De repente, me di cuenta que algo nos unía. Con 66 años que tengo, creo que sé muy bien lo que quiero, ¿y quién se va a meter en mi vida?”, decía en la entrevista que concedió al ‘Sábado Deluxe’ en esas fechas. 

Ahora parece que ambos necesitan un periodo de reflexión para afrontar todos los futuros posibles.