El número de perros potencialmente peligrosos censados en la ciudad de Valencia ha aumentado en 135 ejemplares durante 2008, hasta llegar a los 2.348 actuales, según datos del Registro Informático Valenciano de Identificación Animal (RIVIA), facilitados por la Conselleria de Agricultura.

En este grupo están tanto los catalogados como peligrosos por su raza, como los que han tenido alguna actitud agresiva. Esto conlleva que sus dueños deben llevarlos atados y con bozal.

En total, el número de canes registrados creció un 10% al pasar de 58.178 censados a 31 de diciembre de 2007 a los 64.509 registrados en la misma fecha de 2008. Curiosamente, en el mismo período, la población de valencianos se incrementó sólo en un 1% hasta los 807.200 de 2008, con lo que cada 12 residentes tienen un perro en casa.

En este sentido, el sociólogo de la Universidad Católica Ginés Marco, explica que «la tasa de natalidad canina es muy alta y eso hay que unir que cada vez vive más gente sola, especialmente ancianos, lo que dispara la demanda».

El decano de Veterinaria del CEU, Santiago Vega, añade que «la gente cada vez está más concienciada para ponerles el chip identificativo». Con este dispositivo de obligada instalación, quedan registrados en el RIVIA. De lo contrario, puede suponer una multa de hasta 6.000 euros.

Si duda sobre adoptar, apadrine

Perros y gatos con lesiones graves provocadas por accidentes, agresiones u abandono. Son muchos los animales en esta situación los que acoge la Protectora de Animales (Svpap) en sus instalaciones y que no reciben las miradas ilusionadas de los visitantes que acuden al refugio en busca de una mascota.

Así, sus posibilidades de ser adoptados, al igual que las de los animales más mayores, se ven muy reducidas. Para que este grupo tenga también su oportunidad, la Svpap ha creado la figura del apadrinamiento. A través de ella, la persona interesada realiza un donativo económico voluntario. A cambio, puede ponerle el nombre al animal, que sigue en las dependencias de la Svpap.

De esta forma, la única obligación que tiene el padrino es la de acudir de vez en cuando al refugio para mantener una relación con el animal, es decir, jugar con él, pasearlo, acariciarlo y en definitivo, crear un vínculo afectivo mutuo.

Según han explicado desde la Svpap, «así se consigue que muchos apadrinamientos acaben en adopciones». No en vano, durante el año pasado se registraron un total de 29 apadrinamientos de perros y de 23 de gatos. De ellas, 17 acabaron en adopciones en el caso de los canes y 10 en el caso de los felinos.

Desde la Svpap han querido hacer un llamamiento a la sociedad para que se animen a adoptar en lugar de comprar, ante la masificación de perros que tienen en sus instalaciones. En estos momentos más de 600 animales esperan para ser adoptados. Y si ahora mismo no se lo puede permitir, ya sabe: el apadrinamiento es otra opción. Para más información puede contactar con la Svpap llamando al 963 400 240.