Ahora trabajan en las ventas de la segunda tirada del ya famoso almanaque, cuyo precio asciende a diez euros y que se puede encontrar en la Librería Popular o a través de internet. Con el dinero que recauden esperan poder vivir durante un tiempo mientras que siguen buscando una oportunidad de empleo, la cual de momento se les resiste.

Edhadji, protagonista de uno de los meses, indica que "algunos no vieron con buenos ojos que posaran de esta manera porque para la religión musulmana esto no está bien".

Obra de arte

Sin embargo, él no comparte esta perspectiva y defiende que "es una obra de arte, que puede ayudar a conocer más a los africanos y, además, es una fuente de ingresos porque llevamos mucho tiempo sin trabajar y teníamos que hacer algo".

Edhadji asegura que la posibilidad de encontrar un puesto laboral es complicada, pero mantiene la esperanza. "Yo quisiera quedarme aquí, pero siempre que tenga algo útil que hacer, si no buscaré mi vida en otro lugar", concluye.

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