Herido grave un conductor tras sufrir una pedrada en la luna desde un paso elevado

  • Lanzaron un trozo de cemento del tamaño de un ladrillo desde un paso elevado.
  • El conductor, periodista de la Cadena SER, se dirigía a Vigo para cubrir un partido de fútbol.
  • Una mujer que le acompañaba en el vehículo resultó ilesa.
  • La Guardia Civil busca a dos jóvenes de entre 18 y 20 años.

El conductor de un turismo resultó herido grave el domingo por la mañana al recibir el impacto de un objeto sólido que fue lanzado desde un paso elevado de la autovía A-52, en sentido Vigo, ha informado la Guardia Civil de Tráfico.

El herido es Jacobo Buceta, un periodista de la SER en Vigo, que se dirigía a la ciudad para cubrir el pertido entre el Celta y el Castellón, y que se encuentra ingresado en reanimación en un centro de esta ciudad con rotura de clavícula, varias costillas y con posibilidad de vértebras dañadas, informaron a EFE fuentes de la cadena.

El suceso se produjo sobre las 10:03 horas, en que la central operativa de tráfico fue avisada por usuarios de la autovía que algunas personas estaban arrojando piedras a la altura del kilómetro 271 es esta vía.

Movilizada una patrulla, se desplazó al lugar y, cuando aún no había llegado, se le comunicó de un accidente de tráfico con un herido grave.

El siniestro se produjo al ser arrojado desde el paso elevado un objeto sólido, un trozo de cemento del tamaño de un ladrillo. La piedra alcanzó el parabrisas del turismo y a su conductor, cuya identidad no ha sido facilitada, a la altura del cuello, y le produjo heridas de carácter grave.

El objeto arrojado desde el paso elevado supuso que el conductor, que fue trasladado al hospital Xeral de Vigo, perdiese el control del vehículo, que impactó contra la mediana y causó daños al coche, en el que también viajaba una mujer, que resultó ilesa.

El destacamento de tráfico de O Porriño y el grupo de investigación de apoyo al tráfico de Pontevedra mantiene investigaciones para esclarecer el suceso y para averiguar la identidad de los sospechosos.

Hasta el momento, y tras las primeras pesquisas, se sabe, a través de un testigo que presenció los hechos, que los autores son dos jóvenes de entre 18 y 20 años, residentes en municipios vecinos.

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