Los pacientes con Covid-19 leve también generan una inmunidad duradera

Resfriado, catarro
Imagen de archivo de una persona limpiándose la nariz.
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Resfriado, catarro

La duración de la inmunidad que genera el organismo tras una infección por SARS-CoV-2 sigue siendo una de las grandes incógnitas sobre la pandemia de la Covid-19 y un dato clave para lograr ganar la partida a la enfermedad mediante las vacunas.

La gran mayoría de los pacientes pasan la enfermedad de forma asintomática o con síntomas muy leves, pero esto no impediría que estuvieran inmunizados frente a una posible reinfección a largo plazo, según un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Washington, en Seattle, Estados Unidos y que ya ha sido aceptado para su próxima publicación en la revista Cell.

"Una Covid-19 leve produce linfocitos de memoria que persisten y dan muestras funcionales de inmunidad antiviral", aseguran los investigadores en el artículo. "Tres meses después de pasar una Covid-19 leve, los pacientes recuperados habían formado un amplio arsenal de células de memoria inmune específicas contra el SARS-CoV-2".

La importancia de las células de memoria

Una vez que el virus entra en contacto con nuestro organismo se produce una primera respuesta innata, protagonizada por unas células llamadas linfocitos T. Si esta respuesta, generalmente más efectiva en pacientes jóvenes, da resultado, la infección se desarrolla con una sintomatología leve.

Si esta primera respuesta no consigue acabar con el virus, llega el momento de la respuesta adquirida, en la que entran en juego los linfocitos B, también llamados de memoria, que producen anticuerpos neutralizantes. Solo algunos de estos anticuerpos son efectivos y, en caso de producirse una segunda infección, los linfocitos B lo recordarán y serán capaces de generarlos rápidamente para impedir que el virus se abra camino de nuevo en el organismo.

"Los anticuerpos pueden disminuir con el tiempo, pero da igual, lo importante es que se mantengan los linfocitos B porque, en cuanto vuelvan a estar en contacto con el virus, volverán a producir los anticuerpos", explica María Tomás, portavoz de la Sociedad de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). "Los anticuerpos son el arma, pero lo que los produce son los linfocitos B".

Otro dato para la esperanza

El grupo de investigadores de la Universidad de Washington analizó las respuestas inmunes de 15 pacientes que habían tenido síntomas leves en muestras tomadas un mes después de superar la enfermedad y en otras tomadas tres meses después. La mayoría de los participantes desarrollaron anticuerpos específicos contra el SARS-CoV-2 y linfocitos de memoria B, que persistieron durante, al menos, esos tres meses.

"Estos datos sugieren que, en el caso de una nueva exposición al SARS-CoV-2, estos pacientes tendrán células de memoria que podrán generar rápidamente anticuerpos neutralizantes y ayudar a controlar la infección", concluye el estudio.

Aunque los investigadores admiten que se necesitan nuevos estudios para determinar cuánto dura la memoria de la infección de la Covid-19, este hallazgo supone otro dato más para la esperanza de que las vacunas, sumadas a la inmunidad obtenida de forma natural, permitan poner fin a la pandemia a medio plazo.

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