Donald Trump sigue siendo presidente y todavía no ha designado al equipo de transición hacia la Administración Biden, pero el Gobierno español ya percibe un cambio de actitud de Estados Unidos hacia el resto del mundo. El presidente, Pedro Sánchez, coincidirá este viernes y sábado por última vez con Trump en una cumbre internacional, en la del G-20 que se celebra de forma telemática bajo presidencia de Arabia Saudí. 

Los diplomáticos de la veintena de países ultiman una declaración final en la que, de momento, aparecen menciones a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los Acuerdos de París contra el cambio climático o incluso la igualdad entre hombres y mujeres que los "sherpas" españoles habrían considerado impensables hace apenas unas semanas.

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Arabia Saudí se despide con esta cumbre de su presidencia del G-20 antes de que Italia tome el relevo el año que viene. España considera que la presidencia saudí ha sido de "transición", además en un "año muy complicado" debido a la pandemia. 

Sin embargo, en sus últimos momentos, valora los pasos adelante -o al menos, la ausencia de pasos hacia atrás- en cuestiones que son clave para el Gobierno, sobre escena multilateral, cambio climático e, incluso, política de género. Y buena parte de estas diferencias con lo que venía siendo habitual se lo atribuyen a una nueva actitud por parte de la Administración Trump, que se encuentran en sus últimos momentos.

Además, se espera que el G-20 extienda a los países de rentas medias -la mayoría de América Latina, por ejemplo- la suspensión del pago de la deuda que en abril se acordó para los países menos favorecidos (Least Developed Countries).

En realidad, el presidente de Estados Unidos sigue siendo el mismo y tampoco ha cambiado su equipo de diplomáticos que negocian la declaración del G-20. Sin embargo, la delegación española sí aprecia cierta apertura frente al "obstruccionismo" con el que el empezó el año. 

Aún así, todo está en el aire, la declaración de la cumbre no está todavía cerrada y no se descarta que el sábado Trump la eche para atrás. De momento, España celebra tímidos avances en cambio climático, multilateralismo y hasta en igualdad entre hombres y mujeres, en una declaración auspiciada nada menos que por Arabia Saudí.

"Venimos de principios de año con una actitud de Estados Unidos muy obstruccionista y haciendo mucha pinza con Arabia Saudí", apuntan fuentes españolas, que añaden que desde que esta semana empezó la última fase para elaborar la declaración de la cumbre del G-20 "hemos visto que está permitiendo cosas" que hasta ahora no pasaban el visto bueno de Washington.

En realidad, más que grandes avances, la delegación española que negocia el resultado de la Cumbre del G-20 valora que no se estén dando pasos atrás y gestos que son pequeños pero que no se habrían producido antes de las elecciones en EE UU.

Primodial papel de la OMS

En concreto, se espera que el G-20 respalde la ONU y ponga en valor el papel de la OMS, de la que Trump dijo que retiraría a Estados Unidos y, con ello, a la principal fuente de financiación de un organismo que España considera "actor central" de la lucha contra la pandemia. 

Sánchez defiende la OMS como el lugar donde la comunidad internacional se ha comprometido a que haya diagnósticos y vacunas para todos los países, también los más favorecidos, y desde el que afrontar la crisis de la Covid desde una perspectiva multilateral. Por eso, considera un paso adelante que Estados Unidos haya admitido de momento que el G-20 reconozca "el papel primordial" de la OMS, así como del entramado multilateral de Naciones Unidas.

Por otra parte, España espera que el G-20 elimine definitivamente la fórmula de "19+1" con la que desde la llegada de Trump a la Casa Blanca Estados Unidos se ha desentendido de las posiciones del G-20 sobre la lucha contra el cambio climático. Diecinueve países declaraban una "posición muy clara" en favor del Acuerdo de París, de la que se "desmarcaba" Estados Unidos, el "1" restante. 

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El Gobierno español considera que se ha encontrado un lenguaje que "acomoda a Estados Unidos" sobre Cambio Climático, aunque tampoco esta vez habrá un respaldo por parte de Washington al Acuerdo de París o las conclusiones de las Conferencia de las Partes (COP). No es un gran avance, pero valora que no se dé "un paso atrás". 

Otra cosa es lo que España espera que ocurra a partir de la llegada de Joe Biden a la Casa Blanca, en enero. "Hay muchas esperanzas puestas en Estados Unidos y que tengamos una nueva Administración que regrese al Acuerdo de País y facilite que las negociaciones en el marco del G-20 sean más suaves y nos permitan seguir avanzando", dicen en el Gobierno, deseoso también que la presidencia del G-20 rote de Arabia Saudí a Italia el año que viene.

Otro de los aspectos con los que España está "satisfecha" es por la mención que al menos se hace en la declaración del G-20 a la igualdad entre hombres y mujeres y a la "brecha de género". Son menciones a "no tienen nada que ver" con el contexto español o europeo pero hasta ahora Arabia Saudí las bloqueaba, con la ayuda de Estados Unidos y Turquía, que trataban de "diluir" en nombre de Riad cualquier declaración sobre género.

Sin embargo, como dice el mantra diplomático, 'nada está cerrado hasta que todo está cerrado' y el Gobierno espera que al final Trump no dé marcha atrás en la declaración de su última cumbre del G-20.