La DGT pone en marcha una campaña de control del mantenimiento de los vehículos, para reducir la siniestralidad

La Dirección General de Tráfico (DGT) en Aragón ha puesto en marcha este lunes, 16 de noviembre, una campaña de control intensivo de las condiciones de los vehículos, con el objetivo de reducir la siniestralidad y sus consecuencias, concienciar a los conductores de la importancia que tiene el cumplimiento de las normas sobre seguridad vial, y corregir las conductas contrarias a la legislación vigente.

La campaña se extenderá hasta el próximo domingo, 22 de noviembre, ha informado en una nota de prensa la Delegación del Gobierno en Aragón.

Con la llegada de la época otoño-invernal las carreteras aragonesas se ven afectadas durante determinados periodos por fenómenos meteorológicos adversos en especial nevadas, hielo, granizo o lluvia que dificultan las condiciones de vialidad.

La dura climatología extendida en su conjunto, la orografía propia del terreno y el amplio número de carreteras que sufren restricciones, exige una exhaustiva atención a las condiciones de los vehículos que circulan por las mismas en lo referente a elementos básicos de seguridad tales como: neumáticos, alumbrado, señalización e ITV.

ELEMENTOS DE SEGURIDAD

Estos elementos son fundamentales en la seguridad de la conducción y, su incumplimiento constituye una causa principal y potenciadora del riesgo de sufrir accidentes.

Por ello, durante estos días, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y el resto de policías locales que se han sumado a la campaña prestarán especial atención al adecuado mantenimiento y puesta a punto de todos los elementos de seguridad del vehículo.

Según un estudio realizado por Tráfico, el riesgo de fallecer o sufrir una lesión con hospitalización aumenta con la antigüedad del vehículo. En comparación con los turismos de hasta cuatro años, el riesgo de fallecimiento es 1,6 veces superior en los turismos de diez a 14 años y 2,2 veces superior en los turismos de 15 a 19 años.

RIESGO DE ACCIDENTE Y ANTIGÜEDAD

Teniendo en cuenta esta relación entre riesgo y antigüedad del vehículo, el mantenimiento adecuado de todos los elementos de seguridad se convierten en una actividad imprescindible para combatir la siniestralidad.

Los neumáticos constituyen el único y decisivo contacto con la carretera. Son los encargados de asegurar la adherencia en el empuje, en la frenada y en el deslizamiento lateral. También se encargan de que la dirección del recorrido del vehículo sea la deseada por el usuario y de la amortiguación de las imperfecciones del pavimento.

El adecuado mantenimiento y la correcta utilización de los mismos resultan fundamentales para lograr una mayor seguridad vial. Es recomendable que la profundidad de las ranuras del neumático tenga como mínimo tres milímetros.

También es necesario comprobar de forma regular la presión del neumático en frío y la rueda de repuesto, así como revisar posibles fugas de aire por las válvulas. El tapón de la misma constituye un elemento de estanqueidad, por lo que su uso es imprescindible.

La finalidad de las luces de los vehículos no sólo es la de ver, sino también la de ser visto, ya que cada vehículo en circulación es, en la práctica, un obstáculo para los demás, por lo que la delimitación de su presencia también es significativa.

Para que la conducción se realice en condiciones de seguridad, se aconseja prestar una especial atención a la utilización, mantenimiento y regulación de los faros, para conseguir, por un lado, disponer de luz suficiente y, por otro, no deslumbrar a quién circula por las mismas vías públicas.

La inspección técnica de los vehículos es fundamental para la seguridad vial. Está demostrado que los fallos técnicos de los vehículos contribuyen de forma decisiva a los accidentes.

En esta campaña colabora también el servicio de inspección de la Dirección General de Transportes del Gobierno de Aragón con el transporte de mercancías y el uso correcto de los tacógrafos.

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