Hungría y Polonia vetarán el Presupuesto de la UE y podrían retrasar más la llegada de los 140.000 millones a España

  • El Gobierno de Viktor Orbán no quiere que la entrega de los fondos de recuperación se vincule al Estado de derecho.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, durante el pleno en el Parlamento Europeo en Estrasburgo.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán.
EFE/ Patrick Seeger
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, durante el pleno en el Parlamento Europeo en Estrasburgo.

Hungría sigue siendo la oveja negra dentro de la UE. O al menos una de ellas. Y Polonia se le ha unido. El Gobierno de Viktor Orbán vetará el Presupuesto de la Unión Europea porque no quiere que la entrega de los fondos de recuperación ante la crisis del coronavirus se vincule al cumplimiento del Estado de derecho. Ya lo venía avisando y el que avisa no es traidor. Pero es que este movimiento de Hungría, si se cumple, devolvería todo a la casilla de salida y por tanto retrasaría aún más la entrega de las ayudas, entre ellas los 140.000 millones de euros que corresponden a España.

"El que conoce la historia de Hungría sabe que cuando se trata del futuro de nuestros hijos y nietos, los húngaros y Hungría no ceden, signifique eso una lucha por la libertad o un simple veto", expresó la ministra húngara de Justicia a este respecto. Y es que Orbán considera que la relación, acordada por el Parlamento y el Consejo de la UE, entre ayudas y Estado de derecho es "un chantaje", pues es consciente de que Hungría no cumple. Tampoco Polonia, que podría unirse en los próximos días a ese frente.

En esa línea va también el Ejecutivo polaco. El titular de Justicia, Zbigniew Ziobro, "Estoy convencido de que todos pensamos lo mismo y que el veto se aplicará en este caso", dijo el ministro en rueda de prensa al referirse a anteriores declaraciones del primer ministro, Mateusz Morawiecki, y del líder del gubernamental partido Ley y Justicia (PiS), Jaroslaw Kaczynski.

Cabe recordar que Hungría y Polonia no pueden vetar el mecanismo de Estado de derecho pero sí puede bloquear la aprobación del Presupuesto plurianual o la decisión sobre recursos propios, que permite emitir deuda para financiar el fondo de recuperación, pues estos requieren unanimidad.

Todo es una cuestión de mayorías, y al mismo tiempo todo va relacionado. Hungría y Polonia apelan, por tanto, a un derecho de veto que mantiene dentro de la unanimidad. Si finalmente no se aprueba el Marco Financiero, los fondos tardarían en llegar y nos podríamos ir incluso a finales de 2021. España, así como los Estados del sur, que son los más afectados por la pandemia, esperan lo antes posible un adelanto. Este sería de un 10% aunque el Parlamento Europeo defiende que se pueda subir a un 20% del total.

Según portfolio.hu, Hungría vetará tanto el próximo MFP como el de los recursos propios previstos para el presupuesto en la reunión de embajadores de los socios comunitarios convocados por la presidencia alemana de la UE para este mismo lunes. Polonia también se ha unido a ese bloqueo.

El objetivo de esa cita sería obtener una aprobación de principio de los resultados de las negociaciones con el Parlamento Europeo, antes de presentarlos oficialmente para su votación definitiva. Sin embargo, aún no parece claro si Hungría pronunciará un veto formal en los próximos días.

Fuentes comunitarias explican a 20minutos cuál es el escenario. "Vamos seguramente a una crisis, pero esto se veía venir. Nos han avisado de que iban a vetar pero ahora lo que no se puede hacer es recular. El mecanismo del estado de Derecho te diría que es irrenunciable", explican. La conclusión es clara: "Tiene que mantenerse sí o sí, aunque suponga entrar en una discusión dura con Orban".

Una vía para salir de la presión húngaro-polaca sería incluir el Fondo de Recuperación y Resiliencia (672.500 millones), que es el principal programa del plan NexGenerationEU, en un acuerdo intergubernamental (como se hizo con el MEDE) ajeno al Presupuesto de la UE. Esto haría que Hungría y Polonia se quedaran fuera del reparto pero siguieran sujetas al mecanismo del Estado de derecho, pues este sí se contempla tanto en el MFP prorrogado como en el resto de elementos. El pacto intergubernamental, en cambio, tendría algunos riesgos. Entre ellos, que la deuda la tendrían que emitir los propios Estados miembros.

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